Agustín de Gracia
Johannesburgo, 18 ene (EFECOM).- Poco acostumbrados a la escasez de medios que viven algunos países vecinos, los habitantes de Sudáfrica agonizan por un racionamiento eléctrico del que se cumple hoy un año y que se agudizó la semana pasada, sin solución a corto plazo.
Cortes periódicos de energía eléctrica que suelen prolongarse por casi tres horas, un tráfico intenso porque no funcionan los semáforos, fuertes pérdidas económicas y un enojo general de la población dominan la vida de Sudáfrica desde hace varios días.
"La falta de reservas en la capacidad de generación eléctrica ha alcanzado proporciones catastróficas y socava el proyectado crecimiento económico del país", afirmó Hendrik Schmidt, portavoz del principal partido de la oposición, la Alianza Democrática.
Sudáfrica tiene una capacidad de generación eléctrica de 41.000 megavatios, pero quiere duplicar esa cantidad antes del año 2025 para poder garantizar el continuado crecimiento de su economía, la más importante del continente.
Pero el Gobierno ha reaccionado tarde frente a las necesidades de expansión, y la generación eléctrica con centrales nucleares, uno de los fundamentos de los planes futuros, sufre un fuerte retraso.
El racionamiento eléctrico comenzó el 18 de enero del año pasado con una interrupción que Eskom, la compañía pública de generación eléctrica, atribuyó al mantenimiento de varias centrales, incluída la única central nuclear del continente, la de Koeberg.
La escasez se ha ido agudizando, y desde la semana pasada, cuando los sudafricanos terminaron la tradicional época de vacaciones de verano y se incorporaron a sus rutinas, los cortes eléctricos han sido diarios, para la desesperación general.
El pasado 11 de diciembre, en un gesto poco habitual, el presidente sudafricano, Thabo Mbeki, hizo una primera "disculpa pública" por no haber tenido la suficiente visión por anticipado para resolver los problemas que se agudizan ahora.
"Eskom estaba en lo cierto, y el Gobierno estaba equivocado", reconoció Mbeki en referencia a las peticiones que viene haciendo desde hace seis años la compañía pública de generación eléctrica para invertir más dinero en el sector.
Después de la disculpa pública, Eskom comenzó el año anunciando el 2 de enero que había que prepararse para lo peor y que la crisis se agudizaría a partir de la segunda semana de enero, por la alta demanda que se registra en esas fechas.
"En la última década, Sudáfrica ha experimentado un crecimiento constante en la demanda de electricidad, apoyado por el robusto desempeño económico", afirmó el portavoz de Eskom, Sipho Neke.
La empresa está operando gracias a las reservas de energía, y sus planes incluyen ir reduciendo esos márgenes de dependencia de las reservas en cinco o siete años gracias a inversiones programadas por 150.000 millones de rands (21.000 millones de dólares).
Pero, hasta entonces, los responsables de la generadora han dicho que los sudafricanos deben ir acostumbrándose a periódicos racionamientos eléctricos, y han pedido al Gobierno que declare una moratoria hasta el 2013 de grandes proyectos industriales.
"Impedir los grandes proyectos industriales sería desastroso", afirmó hoy Ridle Markus, economista del banco ABSA, uno de los más importantes de Sudáfrica.
"Nuestro país sencillamente no puede permitirse rechazar estas inversiones sin socavar el crecimiento potencial de nuestra economía, y además bloquea nuestro poder de creación de empleos", afirmó el portavoz de la opositora Alianza Democrática.
Según la consultora "Efficient Group", cada período de tres horas que normalmente se pierde a diario en energía eléctrica en Sudáfrica ocasiona unos daños económicos de 2.000 millones de rands (285 millones de dólares), por la interrupción de la productividad.
Esas pérdidas suponen un gran traspié para los intentos oficiales de mantener un crecimiento económico del 6 por ciento entre el 2010 y el 2014. En el 2006 el PIB aumentó un 5,4 por ciento y en el tercer trimestre del 2007 creció un 4,7 por ciento.
"Si se mantienen estos niveles, el producto interno bruto tendrá una reducción de 2,2 puntos porcentuales por año", afirmó el consultor Fanie Joubert en declaraciones publicadas hoy en el diario local "The Star". EFECOM
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