
La constructora sondeará a los bancos antes de decidir el porcentaje de venta de la petrolera. La energética espera la dimisión de Del Rivero para nombrar a Manrique nuevo vicepresidente.
Paseo de la Castellana. Doce y media de la mañana. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, recibe al nuevo jefe de Sacyr, Manuel Manrique, acompañado de los dos vicepresidentes, Demetrio Carceller y Juan Abelló, para solventar definitivamente la crisis existente entre ambas empresas.
En la reunión, la petrolera y su primer accionista aprovecharon para trazar un plan de desinversión de Sacyr en Repsol que facilite la refinanciación de la compañía y la resolución del conflicto abierto el pasado 29 de agosto, tras el anuncio del pacto parasocial firmado con Pemex.
La intención de Sacyr es realizar un sondeo con la banca para saber qué cantidad de dinero pueden captar tras la destitución de Luis del Rivero como presidente. Previamente, se les habían caído alrededor de 2.500 millones que forzaban a vender hasta el 10 por ciento de la petrolera.
Ahora, con un escenario de pacificación y con el Santander y Bankia en mejor disposición resulta más fácil que las entidades estén dispuestas a estirar su chequera y que el porcentaje de acciones de la petrolera del que se tengan que desprender se reduzca. De hecho, en los escenarios que se barajan ya se habla desde un 3 por ciento en el mejor de los casos y hasta un 10 por ciento en el más negativo.
Una vez resuelto este paso, en el que ayudará el despacho Clifford Chance, la constructora tendrá que definir la cantidad total que está dispuesta a desinvertir en Repsol para iniciar una colocación en la que el principal compromiso de Manrique es que dañe lo menos posible la cotización de la petrolera.
Esta opción beneficia tanto a los minoristas de Repsol como a ellos mismos, ya que el precio de los títulos de la petrolera es clave para firmar la ampliación del crédito a tres años o para que algunos de los bancos ejecuten la deuda y se queden directamente con una parte de las acciones de la petrolera.
El presidente de Repsol y el de la constructora pactaron mantener el contenido del encuentro con el máximo sigilo posible, ya que Sacyr todavía no ha podido reunise con su socio mexicano para resolver el pacto que ambas mantienen. De hecho, ayer mismo fuentes de Pemex insistían en la vigencia de dicho acuerdo y tampoco se descarta una contrataque de Del Rivero.
Zapatero y Calderón
La ruptura además tendrá también un escenario de fondo en la próxima Cumbre Iberoaméricana, la última a la que acuda el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y en la que se encontrará con Felipe Calderón, presidente de México, que recibió información puntual en su Residencia de Los Pinos en varias ocasiones por parte del director ejecutivo de Pemex, Juan José Suárez Coppel, que se ha dejado muchos pelos en la gatera de esta operación.
La petrolera calificó ayer oficialmente el encuentro de "cordial" y "provechoso", una definición que sólo puede entenderse de esta forma a tenor del mandato del consejo de administración de la petrolera: Sacyr romperá el acuerdo con Pemex para evitar su expulsión del consejo. Ambas empresas quieren tambien facilitar el tiempo necesario al nuevo presidente de Sacyr para que pueda dar por terminado el acuerdo con Pemex de la mejor manera posible.
Dada su posición accionarial, Sacyr sienta a tres de sus directivos en el consejo de administración de Repsol, entre ellos Juan Abelló, quien se ha mostrado reticente al acuerdo con Pemex. Además, ejercen de vocales José Manuel Loureda, cercano a Del Rivero, y el propio expresidente de la constructora.
Del Rivero fue destituido como presidente de Sacyr en la reunión que el consejo de administración del grupo celebró el jueves. El directivo, uno de los fundadores y primeros accionistas de Sacyr con un 12,6 por ciento de su capital, dimitió también de su puesto en el máximo órgano de gestión del grupo.
Como consecuencia de la salida de Del Rivero, fue designado nuevo presidente el hasta entonces consejero delegado, Manrique, quien compatibilizará los dos cargos.
La próxima semana se producirán tambien previsiblemente cambios en el consejo de administración de Repsol.
La petrolera espera ya una carta con la dimisión del expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, que aunque es consejero en la petrolera a título personal no parecería muy lógico que permaneciera en este consejo cuando incluso ha abandonado el de su empresa. Previsiblemente, en dicha reunión se nombre por cooptación a Manuel Manrique como nuevo consejero y vicepresidente.
Sacyr, evidentemente, ha abandonado las reclamaciones de buen gobierno corporativo que pedían la elección de un consejero delegado diferente del presidente, ya que en su misma casa ambos papeles lo cubrirá Manrique.