
(Amplía y precisa con datos aportados por fuentes comunitarias)
Bruselas, 20 dic (EFECOM).- La Comisión Europea (CE) asegura que no se han utilizado fondos comunitarios de ningún tipo para el traspaso de la producción de teléfonos móviles de la compañía finlandesa Nokia desde Alemania a Rumanía, en contra de las acusaciones publicadas en medios alemanes.
Fuentes comunitarias precisaron a Efe que tras analizar en profundidad el caso la Comisión ha confirmado que no se ha hecho uso ni de los fondos estructurales ni de los fondos Phare concedidos a Rumanía antes de su adhesión a la UE para llevar a cabo el citado traspaso.
Algunos políticos alemanes han manifestado su temor a que la empresa finlandesa pudiera haberse beneficiado de ayudas de la UE para llevar a cabo la deslocalización.
Las fuentes indicaron que aunque la CE concedió subvenciones a Rumanía a través del programa PHARE para cofinanciar la construcción de infraestructuras, se ha verificado que las ayudas no se destinaron a la zona industrial donde Nokia tiene previsto instalarse.
Por otra parte, las mismas fuentes señalaron que corresponde ahora a las autoridades alemanas estudiar si es posible solicitar en este caso ayudas con cargo al Fondo europeo de Ajuste a la Globalización por el impacto económico y social que la decisión de Nokia tendrá en la región de Bochum (oeste del país).
Aunque no se trataría de una deslocalización a un país tercero hay otros criterios que permiten determinar si los despidos que implicará el cierre de la empresa son consecuencia directa de la globalización, en cuyo caso Alemania podría solicitar esa ayuda, indicaron las fuentes.
La portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, señaló hoy que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha asegurado que ninguna subvención de fondos regionales se ha usado para llevar a cabo ese traspaso.
La compañía finlandesa Nokia anunció ayer que dejará de producir teléfonos móviles en Alemania tras cerrar la fábrica que tiene en la localidad de Bochum (oeste del país), en la que trabajan 2.300 personas.
El mayor productor de móviles del mundo traspasará la producción a otras fábricas en Europa que son más competitivas porque tienen costes de producción más baratos, como en Rumanía (Cluj) o Hungría (Komárom).
El cierre de la fábrica de Bochum costará el empleo a 2.000 personas y los otros 300 empleados de las unidades que Nokia va a vender podrán mantener el puesto en las compañías que las adquieran.
Además, con el cierre de esta factoría en Bochum están en peligro otros mil empleos en compañías de abastecedores.
Fuentes de la CE explicaron que Bruselas es consciente del gran impacto que la decisión de Nokia tendrá desde el punto de vista social y laboral y recordaron la posibilidad de Alemania de recurrir al Fondo Social europeo para paliar los efectos de la misma.
La portavoz comunitaria indicó que Barroso ha recordado hoy "el efecto positivo de la ampliación de la UE sobre el empleo, tanto para Alemania como para el resto de la Unión". EFECOM
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