Empresas y finanzas

La SGAE desobedeció al Supremo para beneficiar a la 'red corrupta' de Neri

Teddy Bautista desobedeció al Supremo.

La estrecha y beneficiosa relación que Jose Neri, imputado en la Operación Saga por apropiación indebida, mantenía con el expresidente de la SGAE, Teddy Bautista, estaba por encima incluso de las decisiones de los tribunales.

El exdirigente de la entidad que gestiona los derechos de los autores llegó a desobedecer una sentencia del Tribunal Supremo para beneficiar a su amigo y presunto cabecilla de la red empresarial parasitaria a través de la cual se desviaban fondos de la SGAE.

El Alto Tribunal ordenó en 2007 la disolución de la SDAE, la filial digital de la gestora y cuyo único empleado era Neri tras una denuncia presentada por los principales grupos discográficos: Warner, Sony, Universal, Ego Musical y Unión Musical de Editores, entre otros.

El Supremo ratificó una sentencia previa de la Audiencia Provincial de Madrid y dio la razón a estos grupos, que entendían que la creación de la SDAE, aprobada en 1999, incumplía los estatutos de la SGAE y vulneraba la Ley de Propiedad Intelectual, que prohíbe a las entidades que gestionan los derechos de los autores lucrarse y hacer negocios con empresas privadas, tal y como realizaba la filial digital. Bautista ignoró la sentencia hasta mayo de 2011, cuando ordenó la liquidación de la SDAE con una fecha límite: 30 de junio de 2011. El motivo que llevó al expresidente de la gestora a acelerar un proceso que había ignorado durante cuatro años era evitar que el Supremo ordenara la ejecución de la sentencia, tal y como habían pedido ya los grupos editores en julio de 2010.

El exlíder del grupo musical Los Canarios, que ha reconocido tener una estrecha relación con Neri, ya fue obligado en 2002 por un juzgado de primera estancia a "declarar nulo el acuerdo de la Junta Directiva de la SGAE adoptado en noviembre de 1999 por el que se ha aprobado el nacimiento de la sociedad digital" por su evidente ánimo de lucro y por "defectos de forma en su constitución".

Negativa

La negativa del primer espada de la Sociedad General de Autores a disolver su brazo tecnológico benefició inmensamente a Jose Neri, directivo de la entidad, que, presuntamente, llegó a desviar al rededor de 30 millones de euros de la gestora entre 2003 y 2009 a través de dicha compañía. Según el sumario de la Operación Saga, el dirigente y brazo derecho de Bautista creó una red empresarial parasitaria encabezada por Microgénesis. Junto a Rodríguez Neri, otro de los principales implicados en la trama de corrupción es Rafael Ramos, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que gestionó desde su posición en la misma, negocios privados.

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