
El Banco de España y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) han diseñado una hoja de ruta para desprenderse de las participaciones que tome el Estado en el capital de las cajas nacionalizadas.
Este plan consiste en la elaboración de un calendario y las condiciones de las operaciones. Según fuentes financieras, el supervisor ha tratado en todo momento de defender los intereses de la administración pública, es decir, el dinero de los contribuyentes.
Ventanillas para los inversores
Los inversores privados podrán adquirir en el próximo año en cuatro momentos. El FROB ha habilitado cuatro ventanillas para que estos puedan comprar acciones de estas cajas -en estos momentos Novacaixagalicia y CatalunyaCaixa-En concreto son los quince primeros días de diciembre, marzo, junio y septiembre próximos.
Las operaciones tendrán que ser por paquetes que, al menos, alcancen el 5%. El precio será un 12,5% anual superior al de entrada del FROB. Eso sí, las opciones de adquisición de las propias entidades se reducen a un mínimo del 1%.
El Estado, a través del fondo de reestructuración, tomará en los próximos días el 93% de la gallega y el 90%de la catalana. La hoja de ruta del regulador establece que en estas ventanillas, las propias entidades puedan adquirir paquetes accionariales de al menos el 1%.
La intención de Novacaixagalicia, por ejemplo, es alcanzar 15% de su filial bancaria NCG Banco, que con la inyección del FROB bajará al 7%. Para ello ha establecido varias maneras para llegar a este porcentaje, como el canje de activos por un número determinado de títulos del banco.
El nuevo equipo directivo de la caja gallega tiene el compromiso de varios inversores privados -fondos estadounidenses y grandes fortunas de la región- para comprar al FROB por un importe que ronda los 400 millones. La entidad pretende que este montante alcance los 1.000 millones y que la operación se efectúe en diciembre.
Prima de control
Otro de las condiciones que ha fijado el supervisor es una prima de control. Cuando el FROB pierda la mayoría del capital (menos del 50%), los inversores privados tendrán la obligación de lanzar una oferta por la totalidad de las acciones del Estado. Esta cláusula entrará en vigor el próximo ejercicio, por lo que sólo los inversores privados se podrán hacer con más de un 43 y un 40% del capital de ambas, respectivamente.
Esta hoja de ruta excluye a Unnim, caja nacionalizada al cien por cien. El Banco de España ha diseñado otra estrategia, que consiste en su venta total a otro grupo financiero.
La Generalitat pretende que sea una entidad catalana quien se haga con Unnim. En las quinielas se sitúa como primera opción La Caixa, que podría haber iniciado ya las conversaciones para una propuesta formal. La Caixa, que niega la existencia de las negociaciones, sólo estaría dispuesta a absorber los 30.000 millones de activos del grupo comarcal si recibe una Esquema de Protección de Activos (EPA) para cubrir eventuales pérdidas.
Los hasta ahora directivo de Unnim han entablado negociaciones con otros grupos en los últimos meses, como Ibercaja, Liberbank o Banca Cívica, pero sin éxito. El Frob inyectará 568 millones en la caja catalana y convertirá en acciones la primera ayuda de 380 millones ante la imposibilidad de pago del interés del 7,75% anual.