Empresas y finanzas

Las Vegas no apuesta por invertir en España

A la tercera va la vencida... ¿o no? Tres megaproyectos de casinos y hoteles se han anunciado ya en España en menos de 10 años. El más reciente de ellos pretendía crear la "versión mini" de Las Vegas Strip de Europa.

El anuncio lo hizo, a inicios de este año, Las Vegas Sands, la firma dueña de casinos y hoteles en la también llamada ciudad del pecado, Pennsylvania, Macao y Singapur. Pero, como los otros dos intentos fallidos, parece que el anuncio no pasó de ser más que eso.

"No hay ninguna novedad. La empresa tiene que hacer pública su decisión de inversión", dijeron desde la Comunidad de Madrid, una de las que en aquel momento se planteó como posible sede para el EuroVegas, junto con Barcelona, Valencia y Costa del Sol.

Pero el fallido proyecto, que pudo haber requerido hasta 15.000 millones de euros para construir más de 20.000 habitaciones y millones de metros cuadrados de tiendas, centros de convenciones y demás infraestructura de ocio, no es el primero ni el único que se ha quedado en el papel.

El Caesars Palace de España

"Será el primer centro turístico con casino de España". Así se anunció en la prensa en 2003 la llegada del Caesars Palace a este país. Una inversión conjunta entre El Reino de Don Quijote y Harrah's Entertainment por 6.500 millones de euros en 15 años permitirían construir en Ciudad Real un hotel casino de cinco estrellas, de 10.000 metros cuadrados y con 812 habitaciones, similar al que existe en Las Vegas. Se anunció también la creación de un auditorio para 3.000 personas, un spa de 3.500 metros cuadrados con "baños romanos", tres campos de golf de 18 hoyos, restaurantes para 3.000 personas y un centro de convenciones para 2.000 asistentes, sumado a 24.000 metros cuadrados de superficie comercial y 9.000 viviendas.

Además de generar 4.100 empleos, de los que 1.700 serían directos, el proyecto prometía atraer anualmente a dos millones de turistas y recaudar ingresos fiscales por un monto de 25 millones de euros al año.

El plan era que se empezara a construir en 2006 para inaugurarlo a finales de 2010. Pero, del proyecto, lo que queda es su sitio web, donde aseguran haber invertido sólo 43,7 millones de euros. Pese a ello, en Harrah's Entertainment dicen no haber renunciado a la iniciativa. "Estamos bastante interesados en España y queremos entrar en ese mercado cuando las condiciones económicas mejoren", dijo a elEconomista su portavoz, Gary Thompson.

Es difícil pensar que éstas mejorarán pronto, sobre todo después de que su socio, Gedeco Avantis, el accionista mayoritario de El Reino de Don Quijote, presentara concurso de acreedores a inicios de este año.

La 'Gran Stafa'

Tenía ya nombre y hasta una maqueta donde detallaba los 16 periodos históricos que pretendía recrear; pero no tenía terreno, ni tampoco fondos. La edificación de Gran Scala se anunció en 2007 como un complejo de recreación que generaría 65.000 empleos directos e indirectos en el desierto de los Monegros, entre Huesca y Zaragoza, donde se pretendía su construcción.

El complejo, que incluía dos museos, dos hoteles y dos casinos por cada periodo histórico recreado, se construiría en tres fases. Según los planes, la primera de ellas debía inaugurarse antes del 2011 y el resto debía estar listo en el 2023.

El grupo International Leisure Development (ILD), integrado por 12 empresas británicas, australianas, norteamericanas y francesas, desembolsaría los 17.000 millones de euros requeridos, a cambio de que el gobierno aragonés "adecuara la normativa administrativa a los requerimientos del proyecto".

El Gobierno cumplió su parte, al modificar su ley del juego y ajustarla a "la nueva concepción del juego de azar" y a "una nueva realidad del subsector de los casinos de juego", según se publicó en el Boletín Oficial de Aragón. ILD, sin embargo, quedó debiendo la suya.

¿Qué falló?

Por algo se le dio al Gran Scala el sobrenombre de la "Gran Stafa". El Gobierno no sólo modificó su ley de juego para que calzara con las demandas del proyecto, sino que también financió su promoción en distintas ciudades y encargó un estudio técnico para encontrar dónde, en medio del desierto, podía construirse el complejo.

De los cinco nombres que sugirieron los técnicos, Ontiñena fue el elegido e incluso se logró que el alcalde respaldara la operación con más de 1.000 hectáreas de suelo municipal, más otras tierras de vecinos dispuestos a vender. En ILD aseguraban que ya tenían pactada la compra de los terrenos, pero que no desembolsarían el dinero hasta conseguir las 2.025 hectáreas que demandaba el proyecto (125 más de las hectáreas que ocupa EuroDisney) .

Se desconoce si llegó a presentar el aval exigido por la Junta para demostrar su solvencia. Lo que se sabe es que los rumores sobre irregularidades en ILD (como que estaba domiciliada en paraísos fiscales o que la compañía tenía un mínimo de capital) desplomaron el proyecto, que no pasó a ser más que una maqueta.

Problemas inmobiliarios

Pero en realidad el Caesars Palace, el primero de los tres megaproyectos de casinos en anunciarse, fue también el primero en perecer. La autopsia reveló como causa de muerte la insolvencia de sus inversores, ocasionada a su vez por la crisis económica española. "La situación del mercado inmobiliario y de capitales en España es, si cabe, peor que la de Estados Unidos", dijo a la prensa en agosto del 2008 Gary Loveman, presidente de Harrah's Entertainment.

Días después, Andrew Tottenham, director general de desarrollo para Europa de esa firma, matizó esas declaraciones, afirmando que el proyecto no estaba paralizado, como había dicho Loveman, sino que habían "ralentizado los esfuerzos". Incluso, todavía hoy insisten en que siguen a la espera de "unas condiciones del mercado más favorables".

En el caso del EuroVegas no cabe aún hablar de autopsias, ni de muertes. Podría decirse que el proyecto está en coma. Fue en abril de este año cuando el consejero delegado de Las Vegas Sands, Sheldon Adelson, mencionó su interés en crear una sucursal de Las Vegas en España. Dijo incluso que barajaba entre las posibles locaciones Madrid, Barcelona, Valencia y Costa del Sol, en busca de "más concesiones en impuestos e ingresos por parte de los gobiernos locales".

No obstante, en esas comunidades no se ha sabido más del proyecto y siguen a la espera de que el empresario tome una decisión. "La Comunidad de Madrid, como siempre, tiene el máximo respeto por las decisiones empresariales", dijeron a elEconomista desde su gabinete de prensa, tras recordar "la política económica business friendly que practica el Gobierno de Esperanza Aguirre".

Pero también otros factores influyeron en el fracaso de los tres intentos de crear la sucursal española de Las Vegas. "No se puede hacer un proyecto de este tipo vinculado a la especulación inmobiliaria", dijo Javier Jiménez, socio responsable de la industria de turismo y hostelería de Deloitte en España, en referencia a los que buscaron hacer dinero fácil, creando residenciales y dejando en un segundo plano el complejo turístico.

Para Eduardo Antoja, vicepresidente ejecutivo de la Confederación Española de Empresarios del Juego (Cofar), también influyó la fiscalidad española en estos temas, que es "incompatible con proyectos de ese tipo". "Aquí los operadores de juegos tributan entre 40 y 60% de sus ingresos brutos, mientras que en Las Vegas se paga menos del 7%", aseguró.

Además, consideran que los proyectos planteados no tenían una buena ubicación. "No basta con conseguir tierras baratas: tienen que estar bien comunicadas y contar con un clima que le permita al proyecto funcionar los 365 días del año", detalló Jiménez.

"Para que una iniciativa de este tipo tenga éxito debe estar ubicada a 20 minutos de un aeropuerto", especificó Antoja. Solo así pueden movilizarse las decenas de millones de personas que pretenden atraer los grandes complejos de casinos y hoteles anualmente.

Si bien Madrid o Barcelona podrían funcionar por ser ciudades conocidas en todo el mundo, coinciden en que la costa del mediterráneo, especialmente el sur de ésta, sería una mejor locación para un megaproyecto de ocio de este tipo.

Además de factible, consideran que atraer este tipo de inversiones sería conveniente para España, para diferenciarlo de otros destinos turísticos y generar comercio, añadió Raúl Ortiz de Dima, agencia de comunicación de torneos de póker.

Eso sí, sostuvo Jiménez, "debe ser un complejo turístico que se defienda por sí mismo como tal y que se haga con visión a largo plazo".

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