
Clesa podría salvarse in extremis. Tras presentar un expediente de extinción de empleo para toda su plantilla en Madrid -la fábrica está paralizada desde principios de año-, los administradores concursales tienen ahora sobre la mesa una oferta en firme para quedarse con la compañía.
Se trata de la láctea gallega Feiraco, que cuenta con el respaldo de la Xunta y que ha ofrecido 6,5 millones de euros por la planta de Caldas de Rei, en Pontevedra. El consejero de Industria, Javier Guerra, se ha reunido ya con los representantes de los trabajadores y los grupos políticos en el Ayuntamiento de Caldas para presentarles el proyecto.
Según la hoja de ruta trazada, Feiraco aportaría 2 millones de euros y el Instituto Gallego de Promoción Económica (Igape), 3 millones más, además de avalar otro millón y medio que invertiría otro organismo de la Xunta. El proyecto contempla que la empresa se haga cargo de los 115 trabajadores que hay en plantilla, tras la prejubilación de 25 de ellos, y, lo que es más importante, el mantenimiento de la marca Clesa a nivel nacional.
Por otro lado, Dhul, otra de las empresas de Nueva Rumasa, tuvo que suspender ayer su junta general ante la ausencia de Álvaro Ruiz-Mateos y de los nuevos propietarios del grupo, la sociedad Back in Business, propiedad del empresario Ángel de Cabo. Lo curioso es que Álvaro Ruiz-Mateos, que debía acudir en calidad de administrador social, fue quien había convocado la reunión eligiendo tanto el lugar como la hora.