NUEVA YORK (Reuters) - La mayoría de los estudiantes universitarios optaría, si pudiera, por programar sus clases más tarde para poder dormir más, pero una nueva investigación muestra que los alumnos que asisten a clase más temprano suelen obtener mejores calificaciones.
Unos psicólogos de la Universidad St. Lawrence en Canton, Nueva York, descubrieron que los estudiantes que acudían a clases más tarde dormían más pero también eran más propensos a abusar del alcohol que aquellos que asistían a clase por la mañana.
"Lo que realmente descubrimos es que los que se levantan más tarde beben más alcohol y son más propensos a descubrir sus demonios internos", dijo Pamela Thacher, profesora de psicología y coautora del estudio.
"No es que las alondras sean superiores, o que las lechuzas sean diferentes (...) Los que no beben no se ven afectados, y más sueño no marca ninguna diferencia", agregó.
Thacher y su colega Serge Onyper estudiaron los hábitos de despertar de 253 estudiantes universitarios. Los alumnos completaron tareas cognitivas, un diario retrospectivo del sueño de una semana y formularios sobre el sueño, sus horarios de clase, consumo de alcohol y humor.
El equipo descubrió que un horario de clases más tardío promediaba calificaciones ligeramente peores y un mayor consumo de alcohol.
Onyper especula que, aunque los estudiantes con clases más tarde dormían más, bebían más alcohol, algo que se sabe que interrumpe el sueño y puede reducir sus beneficios.
"Antes del estudio, defendía que las clases comenzaran más tarde por la mañana para que los estudiantes pudieran dormir más", dijo Thacher, que presentó los resultados en una conferencia sobre el sueño.
"Pero ahora diría que las clases a las 8 u 8:30 son probablemente una opción mucho mejor para algunos estudiantes", añadió.