La Agencia Tributaria no está para bromas. Con la recaudación fiscal cayendo cada día que pasa un poco más, el Fisco está reforzando todos los controles para evitar los impagos, especialmente entre las grandes empresas, con las que surgen a menudo problemas de interpretación con la normativa aplicable. Es el caso de Schweppes, propietaria además de esta conocida marca de refrescos, de enseñas como La Casera o Trina.
La sociedad reconoce en sus últimas cuentas anuales, que acaba de depositar en el Registro Mercantil de Madrid, que después de realizar una inspección, la Administración Tributaria ha reclamado el pago de 48,6 millones de euros en impuestos atrasados entre 2003 y 2006. Hacienda ha incoado actas fiscales por un importe total de 38,9 millones de euros de cuota correspondientes al impuesto de Sociedades, el IVA y el IRPF, pero a eso hay que sumar además otros 9,65 millones en concepto de intereses.
Recurso
La compañía asegura que tanto sus administradores como sus asesores fiscales entienden que "los criterios adoptados en su día resultan razonables y defendibles, de acuerdo con la normativa aplicable", por lo que ha procedido a recurrir las actas abiertas ante el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC).
En la memoria del pasado ejercicio muestra su confianza en una resolución positiva del conflicto e insiste en que "no deberían derivarse quebrantos significativos para la sociedad". En 2010 ha pagado, no obstante, 1,57 millones correspondientes a la cuota por Impuesto de la Renta de no residentes, que había sido previamente provisionada.
El problema para Schweppes, propiedad desde hace dos años del gigante de bebidas japonés Suntory, es que si la resolución del TEAC es contraria a sus intereses, podría entrar en números rojos. Y es que la empresa ha pasado de ganar 69,9 millones de euros en 2009 a obtener en el último ejercicio un beneficio neto de tan sólo 4,6 millones, lo que supone 15 veces menos.
En 2010, a pesar de que su actividad comercial se redujo ligeramente, su facturación en España se incrementó un 2,2%, hasta 344 millones de euros. El grupo no lo dice en su informe anual, pero todo indica que sólo ha sido posible gracias a una rebaja de los precios. La empresa ha puesto además en marcha un plan de ajuste de costes, concentrando la producción fundamentalmente en la fábrica de Toledo, trasladando hasta allí la que realizaba hasta ahora en la planta que tenía en Barcelona.
Crecimiento
No obstante, y a pesar de la caída del resultado ante la debilidad del consumo en España, la situación financiera de Schweppes no es ni mucho menos preocupante, teniendo en cuenta que tiene detrás el apoyo de Suntory.
De hecho, la compañía cerró el pasado 1 de febrero la adquisición del fabricante de zumos Sunny Delight en Europa (Francia, Portugal, España y Reino Unido).