
El mercado inmobiliario es uno de los principales sectores de la economía española, pero al mismo tiempo la promoción puede decirse que aún se realiza artesanalmente. El ritmo de construcción está condicionado por factores como la climatología, si llueve o hace frío el secado del hormigón se ve afectado; en algunas etapas requiere mano de obra intensiva y de baja cualificación; padece siniestralidad laboral; fuertes afecciones al medio ambiente; y ocupa el primer puesto en el ranking en quejas e insatisfacciones entre los ciudadanos.
Sería inimaginable que este tipo de vicisitudes condicionase la producción, por ejemplo, de coches, lavadoras o bobinas de acero.
Casas fabricadas en serie
Pero se avecina una revolución industrial en la promoción de viviendas que supone trasladar los sistemas fabriles a la edificación residencial a gran escala. La idea es traspasar el modelo de las fábricas de automoción (integradas y automatizadas) a la construcción de edificios. Pero no para hacer utilitarios en serie o edificios hormiguero, sino para edificar inmuebles personalizados, de hasta 12 plantas, con una calidad y estética similar a la de los edificios convencionales, al que se añaden de serie todo tipo de extras y sistemas domóticos de confort y eficiencia energética.
Así quiere operar Habidite, constructora del grupo Afer, que proyecta instalar seis macro plantas en España con una inversión superior a 400 millones y la creación de casi 7.000 empleos.
La primera de estas fábricas de casas comenzará a construirse en 2008 en Magallón (Aragón) y entrará en funcionamiento en 2010; la segunda estará lista en 2011 en Alonsotegi (Vizcaya) y la tercera en Azkotia (Guipúzcoa).
La construcción simplificada
Para este proyecto Afer ha desarrollado 56 patentes, entre las que se incluye el propio modelo de las factorías con capacidad para producir 3.500 viviendas al año. La base del proyecto son módulos de hormigón armado, que se transportan totalmente acabados (con mobiliario y tuberías incluidos) como si fueran contenedores y en su ubicación se efectúa su montaje casi automático. Apenas habrá trabajo en la obra. Se trata de una construcción que reduce plazos de ejecución y rebaja costes. Al desarrollarse dentro de una fábrica permite mejorar su calidad, condiciones laborales y afecciones medioambientales. Además, la calidad y posventa queda asegurado a largo plazo, como si de un coche cualquiera se tratase.