Mercedes Salas
Bruselas, 21 dic (EFECOM).- La Unión Europea (UE) despide el año con una nueva regulación para el mercado del vino, el único sector agrario que quedaba por revisar, antes de que los Veintisiete vivan en 2008 lo que se anuncia una reñida reforma de la Política Agrícola Común (PAC).
El acuerdo para cambiar el sector del vino, alcanzado esta semana por los ministros de la UE, culmina cerca de año y medio de negociación e intensos debates en la segunda mitad de 2007, dentro del Consejo de Agricultura comunitario.
La nueva regulación vitivinícola, satisfactoria para España, flexibiliza las intenciones iniciales de Bruselas y tiene entre sus puntos principales la continuidad durante cuatro años de apoyos a la destilación de crisis o para alcohol de uso de boca (usado en brandy o licores), así como las primas al mosto.
Asimismo, atrasa la liberalización del cultivo de viñas hasta final de 2015, aunque los países podrán decidir mantener hasta final de 2018 los actuales "derechos de plantación", que limitan la producción de vid.
La reforma introduce para el viticultor el llamado "pago único" por superficie, independiente de la cantidad producida, que en la UE se aplica ya para la mayor parte de los sectores y es uno de los puntos centrales de la actual Política Agrícola Común (PAC).
En este sentido, 2007 ha sido el año en que la UE ha trasladado la revisión de la PAC a dos producciones mediterráneas y de interés para España: el vino y el hortofrutícola, esta última aprobada por los ministros en junio, en Luxemburgo.
De esta forma, la UE ya está preparada para la revisión de la PAC que la Comisión Europea (CE) inició en noviembre, con la presentación de sus propuestas, preparadas por los servicios de la comisaria del ramo, Mariann Fischer Boel, para realizar lo que ha querido llamar el "chequeo médico" de esta política.
Sin embargo, el proyecto de Bruselas incluye ideas ambiciosas como un recorte de los pagos directos para reforzar otras políticas en beneficio del campo y reducir aún más las subvenciones a los grandes propietarios.
La PAC es la política que más absorbe del presupuesto comunitario de la UE, 55.000 millones de euros en 2007 y España como segundo receptor (6.681 millones en 2006).
La reforma que propuso Bruselas aumenta los recortes de ayudas directas al agricultor, hasta el 13% en 2013 y reducirlas aún mas a los que perciben más de 100.000 euros para destinar ese dinero a las llamadas medidas de desarrollo rural (cofinanciadas, que promueven en el campo actividades distintas o complementarias a la agrícola).
Además, la CE plantea que el sistema de cuotas lecheras acabe en 2015 y entre tanto, subir tales cupos un 2% en la campaña de 2008 para ir acostumbrando al sector a la liberalización y también contribuir a reducir los precios.
Precisamente, la situación actual de los mercados mundiales y la escasez de materia prima, con el consiguiente encarecimiento de los alimentos ha llevado a los ministros de la UE a aprobar medidas a corto plazo, como la reciente suspensión de aranceles a la importación o la retirada del barbecho obligatorio.
Sin embargo, en el proyecto de "revisión médica" de la PAC, Bruselas no profundiza sobre ideas que a largo plazo pudieran contribuir a mermar esa presión de los precios e insiste en que el máximo de ayudas posible se desligue de la obligación de producir
No obstante, la propuesta que está sobre la mesa no es el proyecto legislativo, que la CE hará público en primavera, con lo que la negociación de la reforma se producirá en el segundo semestre de 2008, cuando Francia ejercerá la presidencia rotatoria de la UE.
Aunque la comisaria Fischer Boel ha advertido de que no está en juego el dinero para la PAC hasta 2013 será inevitable que las discusiones sobre la reforma se mezclen con los debates de la UE sobre el presupuesto general comunitario y con las alegaciones tradicionales de algunos países de reducir el gasto. EFECOM
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