
Bimbo y Panrico descubrieron a varias generaciones de españoles el pan de molde. Durante décadas se aguantaron mutuamente un pulso que ahora han perdido ante la proliferación de marcas blancas. Ambas atraviesan ahora momentos complicados.
Fue en los años sesenta, en Cataluña, cuando y donde Bimbo surgió dando a conocer el pan de molde a los españoles. En la misma época y lugar, Panrico echó a andar con idéntico propósito.
Durante décadas, ambas firmas no tuvieron más rival que su par y continuaron su enfrentamiento compitiendo con productos para los desayunos y las meriendas: ante el Tigretón de Bimbo, el Donut y el Bollycao de Panrico.
Tal y como publica El País en un artículo, ambas empresas amasaron grandes fortunas y vivieron una época de esplendor que, sin embargo, pasó.
Según el diario de Prisa, Bimbo perdió 12,5 millones de euros en 2010. Actualmente en manos del grupo estadounidense Sara Lee, se halla en venta y negociando con sus trabajadores la forma de evitar que se pierda un gran número de empleos. La frescura de su pan ya sólo permanece en el producto en sí.
Panrico, por su parte, arrastra una deuda con la banca de 350 millones, siendo su último dueño el fonde de capital riesgo Apax Partners.
El pastel del negocio del pan de molde se reparte hoy entre demasiados comensales y, según El País, los dos grandes no pueden competir con las marcas blancas.
Sin embargo, tal y como indicado más arriba, hay vida más allá del pan y a ello se encomiendan ambos gigantes para resistir mientras aguardan la llegada de tiempos mejores.