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Los partidarios de Gadafi se niegan a entregarse

TRÍPOLI/BENGASI (Reuters) - Seguidores leales a Muamar el Gadafi se han negado a rendirse a las fuerzas que han obligado al antiguo líder libio a ocultarse, aumentando la posibilidad de nuevos combates en el país cuando expire un ultimátum tras la fiesta del Eid de esta semana.

Ansioso de consolidar su poder y reducir las privaciones tras seis meses de guerra, el nuevo consejo gobernante logró una inyección monetaria cuando el Comité de Sanciones de Naciones Unidas liberó 1.550 millones de dólares en cuentas bloqueadas en Reino Unido que habían estado controladas por Gadafi. Además, Libia podría comenzar a bombear petróleo en cuestión de días, indicaron los nuevos dirigentes.

En la capital, que cayó en manos rebeldes hace una semana, la gente celebraba el final del mes de ayudo del Ramadán. La mayoría se mostraba alegre por la caída del régimen de 42 años, aún cuando los cortes de energía y de agua, junto con la búsqueda de seguidores de Gadafi, mantenían la fiesta algo apagada.

Al caer la oscuridad, los disparos fueron, para variar, mayormente en celebración, sumado al ruido de fuegos artificiales y bocinas de los coches. Para el miércoles se esperaba una asistencia multitudinaria a las plegarias del amanecer en la conocida como Plaza Verde durante el régimen de Gadafi, ahora renombrada Plaza de los Mártires por sus enemigos.

"Este Eid es especial. Antes teníamos miedo" dijo Hana Mahdoub, de 28 años al sumarse a los clientes que hacían compras de ropas y dulces. "Ahora sentimos que hay seguridad. Queremos que nuestros hijos celebren con ropas nuevas".

"Este es un día de libertad, un día que no te puedo describir. Es como si el mundo fuera mío", dijo Fatima Mustafa, una mujer embarazada de 28 años que llevaba un chador negro. "Estoy contenta de no haber dado a luz todavía para que mi hija pueda nacer en una Libia libre".

El ministro del Interior interino, Ahmad Darat, dijo a Reuters que "podrían haber ciertos focos de fuerzas de Gadafi, pero en general la capital es segura".

"Hemos creado un equipo de seguridad para lidiar con la crisis y mantener la seguridad en la capital", indicó.

En la vanguardia del avance hacia Sirte, un bastión costero de Gadafi - y uno de los sitios, junto con Trípoli, donde podría estar ocultándose - los rebeldes respetaban el alto al fuego anunciado por sus líderes que se extenderá hasta el sábado.

Cazabombarderos de la OTAN han bombardeado a las fuerzas de Gadafi cerca de Sirte, después de que la alianza asegurara a sus aliados libios que mantendrá su campaña aérea para poner fin al conflicto - algo que los líderes del consejo han dicho sólo estará asegurado cuando Gadafi sea hallado "vivo o muerto".

El presidente del consejo, Mustafa Abdel Jalil, quien fuera ministro de Justicia de Gadafi hasta que desertó este año, advirtió nuevamente el martes desde Bengasi que "Muamar el Gadafi aún no está acabado".

"Aún representa una amenaza para los libios y la revolución. Aún tiene focos de apoyo en Libia y partidarios fuera del país, tanto individuos como países", señaló.

En la zona desértica del sur del país, la localidad de Sabha es una de las que sigue en manos de partidarios de Gadafi.

El portavoz militar del consejo Ahmed Bani volvió a descartar cualquier negociación y pidió que los que siguen luchando que abandonen las armas.

"No negociaremos con sus asesinos y otros como él", afirmó. "Todavía esperamos que haya una propuesta pacífica antes del sábado (...) se está acercando la hora cero".

La mujer y tres de los hijos del antiguo hombre fuerte del país llegaron a la vecina Argelia el sábado justo a tiempo para que Aisha, su única hija, diera a luz el martes en el oasis de Yanet, según responsables argelinos que han intentado aplacar la ira de los nuevos dirigentes libios insistiendo en que les concedieron refugio por el avanzado estado del embarazo y por la tradición de hospitalidad.

/Por Mohammed Abbas y Robert Birsel/

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