El banco holandés ABN Amro obtuvo un beneficio neto atribuido de 856 millones de euros en los seis primeros meses del año, frente a las pérdidas de 970 millones de euros contabilizadas en el mismo periodo de 2010. Pese a la notable mejora de los resultados obtenidos, la entidad bancaria ha anunciado que eliminará 2.350 puestos de trabajo en los próximos tres o cuatro años.
Los ingresos por intereses netos del banco alcanzaron los 2.566 millones de euros, un 5,3 por ciento más, mientras que las provisiones por impagos de crédito sumaron 310 millones, un 11 por ciento menos. "Los seis primeros meses de 2011 estuvieron marcados por la creciente incertidumbre respecto a la deuda soberana, lo que provocó unas condiciones de negocio más difíciles, aunque el impacto de estas preocupaciones sobre la economía global aún no está claro", destacó el presidente de ABN Amro, Gerrit Zalm.
En este sentido, el presidente de la entidad holandesa subrayó la "cautela" de ABN de cara al resto de 2011 y reconoció que la entidad prevé un ligero aumento de los impagos en la segunda mitad del año, por lo que advirtió que los resultados del primer semestre "no deberían extrapolarse al resto del ejercicio".
Asimismo, el presidente de la entidad subrayó los progresos del banco en su proceso de reestructuración e integración de los activos de Fortis, que espera completar a finales de 2012.