Empresas y finanzas

Claroscuros de las empresas españolas en el exterior

Miguel Ángel Mondelo

Madrid, 18 dic (EFECOM).- El ejercicio 2007 ha traído luces y sombras a la actividad exterior de las empresas españolas, con operaciones exitosas, como la compra del banco holandés ABN por el Santander y sus socios, y conflictos como el de Sacyr con Eiffage o la rescisión del contrato de Gassi Touil a Repsol YPF y Gas Natural.

Lo ocurrido durante el año demuestra que no todos los países ofrecen las mismas facilidades para abordar operaciones corporativas y que los Estados con grandes recursos energéticos, como Venezuela o Argelia, tratan de recuperar el control sobre sus riquezas y sacarles más rendimiento.

La operación más llamativa del año, tanto por su volumen como por su novedoso diseño, ha sido la compra del ABN Amro por un consorcio formado por el Santander, el Royal Bank of Scotland y Fortis.

La compra, que implica el despiece de ABN, se cerró en octubre después de un largo pulso entre el consorcio y el banco británico Barclays, que también aspiraba a hacerse con la entidad holandesa.

El Santander, que se queda con el brasileño Banco Real, redondeó la operación en noviembre con la venta en tiempo récord de Antonveneta a Monte dei Paschi di Siena por 9.000 millones de euros, lo que le reportará unas ganancias de más de 3.000 millones.

Otra operación de calado fue la protagonizada por el BBVA, que adquirió el banco estadounidense Compass por más de 6.600 millones de euros.

La compra, la de mayor envergadura del BBVA en sus 150 años de historia, sitúa a la entidad española entre los veinte primeros bancos de Estados Unidos.

También marcó un hito la aseguradora Mapfre al adquirir la compañía estadounidense Commerce por 1.538 millones, la mayor compra de su historia.

Entre las empresas no financieras, destacó la toma de posición de Telefónica en el capital de Telecom Italia a través de la compra a Pirelli de la sociedad Olimpia, accionista de la compañía italiana.

Como resultado de la operación, el presidente y el director general de Telefónica, Cesar Alierta y Julio Linares, respectivamente, han entrado en el Consejo de Administración de Telecom Italia.

En el ámbito energético, la compañía más activa ha sido Iberdrola, que culminó la compra del grupo escocés Scottish Power y llegó a un acuerdo para adquirir la estadounidense Energy East por 3.400 millones de euros más la deuda.

Pero no todo ha sido un camino de rosas para las empresas españolas en el exterior.

Repsol YPF y Gas Natural vieron como la compañía estatal argelina Sonatrach les rescindía en septiembre el contrato que se habían adjudicado en 2004, en un concurso internacional, para desarrollar el proyecto integrado de gas natural de Gassi Touil.

Este caso, que se ha sometido al arbitraje internacional, se suma a las crecientes trabas que las petroleras, españolas y extranjeras, están encontrando en países con grandes recursos energéticos.

Tras el ejemplo de Venezuela, el Gobierno de Bolivia obligó a las compañías extranjeras, entre ellas a la propia Repsol YPF, a modificar sus contratos de explotación de hidrocarburos.

En Ecuador, las autoridades decidieron quedarse con el 99 por ciento de las ganancias extraordinarias que obtengan las petroleras, lo que también afecta, aunque mínimamente, a Repsol.

Sin embargo, uno de los pulsos más tensos del año no ha tenido lugar en el ámbito energético, sino en el de la construcción.

El intento de Sacyr de tomar el control de la francesa Eiffage se ha convertido en un quebradero de cabeza para la compañía española.

Tanto la decisión de Eiffage de privar del derecho de voto a un grupo de accionistas españoles como el rechazo a la opa de Sacyr por parte del supervisor bursátil francés han llegado a los tribunales.

Sin tanta virulencia, el proyecto de fusión entre Abertis y la italiana Atlantia (antes Autoestrade) sigue en el congelador por las trabas impuestas por el Gobierno italiano.

En Italia tropezó también Mapfre, que vio fracasar su proyecto de alianza con la compañía italiana Cattolica para operar en el negocio de los seguros del automóvil.

La entidad española tuvo que desistir al no obtener el permiso de las autoridades italianas. EFECOM

mam

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