
PEUGEOT
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El fabricante francés Peugeot considera inevitable buscar una alianza con otra marca para poder mantenerse su actual posición en el mercado automovilístico mundial. Uno de los candidatos mejor vistos por la compañís gala es la japonesa Mitsubishi, que acaba de divorciarse de la alemana Daimler y con la que Peugeot colabora ya para elaborar todo terrenos.
"Una alianza total es posible. Creo que Peugeot la necesitará a medio plazo, si queremos permanecer en la segunda división de los fabricantes. Pero antes tenemos que completar la reorganización puesta en marcha con el plan 2007-2010". Lo dijo Christian Streiff, el manager que desde hace menos de un año dirige el grupo PSA (Peugeot-Citroën), en un encuentro con la prensa que mantuvo durante un viaje a Suamérica.
Por "segunda división" Streiff entiende la que va inmediatamente después de colosos como Volkswagen o Toyota. A su juicio, la familia Peugeot, que actualmente controla el 30 por ciento del capital y el 45 por ciento de los derechos de voto, "estaría abierta a una solución de este tipor, incluso al precio de perder poder, aunque no deje el control".
Alianzas, no fusiones
Una apertura significativa, dado que, hasta ahora, Peugeot se ha distinguido por una política basada en acuerdos puntuales (entre ellos más de uno con Fiat) y el rechazo de las maxifusiones. Quizás porque todavía recuerda lo complicada que fue ya, hace 30 años, la gestión de la boda entre Peugeot y Citroën y la integración de la vieja Chrysler-Simca.
¿Cuáles son los posibles candidatos? Streiff excluye a Daimler, "con la que no tenemos contactos" y a la francesa Renault -"si París pusiese en venta su 15 por ciento no estaríamos interesados"-. Tampoco se decanta por Fiat, con la que Peugeot trabaja desde hace tiempo en varias joint venture. A su juicio, la candidata ideal podría ser la japonesa Mitsubishi, que acaba de divorciarse de la alemana Daimler y con la que Peugeot trabaja ya en los conocidos como todocaminos o Suv. "Podríamos hacer otras cosas con ellos".
Reestructuración
En lo que respecta a la reorganización del grupo Peugeot, el manager confirmó que en 2007 se efectuará una reducción de "más de 8.000 puestos de trabajo en Europa occidental", gracias al bloqueo del turnover y a incentivos adecuados.
El top manager -que llegó al timón de PSA tras una carrera en Saint Gobain y una breve estancia en Airbus- señaló, asimismo, que no se esperaba que las empresas automovilísticas tuviesen estructuras tan pesadas y deja entrever que quedan todavía muchos pasos por dar. Sin embargo, Peugeot "está en el buen camino" para reducir un 30 por ciento los gastos generales y llevar los márgenes operativos al 5,5-6 por ciento de aquí a 2010.
El crecimiento de las ventas (109.000 unidades en Europa hasta septiembre) está en línea con su target. Es, además, un crecimiento "sano", subraya Streiff, con precios estables o al alza. El fin anunciado en septiembre de los cuatro millones de coches de aquí a 2010 tendrá que lograrse si se produce un fuerte crecimiento de las ventas en Suramérica. El grupo francés ocupa el quinto puesto en Brasil, por detrás de Fiat, Volkswagen, GM y Ford, con una cuota de mercado del 5,4 por ciento, que sube a cerca del 15 por ciento en Argentina.
200.000 unidades este año
Las ventas de 160.000 unidades en 2006 deberían ser superadas por las 200.000 de este año y llegar a las 300.000 en 2008, sobre todo, si la región sigue creciendo a los ritmos actuales, con una posible aproximación a las 450.000 unidades en 2010. PSA invertirá 346 millones de euros en dos años para la ampliación de su capacidad productiva de las 300.000 a las 500.000 unidades, con las fábricas de Puerto Real en Brasil y de Palomar en Argentina, y por medio de la renovación de la gama de sus productos, con doce nuevos modelos.
Es posible, a medio plazo, la apertura de una nueva fábrica en México o "más probablemente" en Brasil, dice Streiff. El montante de las inversiones es inferior a lo anunciado por los líderes del mercado como Fiat o Volkswagen (3.300 millones en toda el área y 1,6 millones sólo en Brasil, respectivamente). Desde el punto de vista de la gama, Peugeot no pretende competir en Sudamérica en los segmentos low cost (bajo coste) ni contra el Fiat Uno y el VW Golf ni contra el nuevo Renault Sendero, derivado del Logan.
La idea, según explica el número uno en Mercosur, Vincent Rambaud, es apostar por los segmentos de mayores márgenes. Con este objetivo, Streiff no excluye recurrir (incluso a nivel mundial) a una nueva marca de gama alta.
¿Y si el mercado suramericano volviese a sumergirse en una de las crisis que, en el pasado, pusieron a prueba las cuentas de los grandes fabricantes? "Todavía no sabemos cómo será el aterrizaje", admite Streiff, quien, sin embargo, se mostró confiado en la mejoría estructural de la economía brasileña gracias a las medidas adoptadas por el presidente Lula da Silva.
Streiff ha sido nombrado recientemente para ocupar la presidencia de la Acea, Asociación Europea de Fabricantes de Coches, y, a partir de enero, ocupará el puesto de Sergio Marchionne durante un año, pasado el cual le sucederá Carlos Ghosn de Renault. Sobre su mesa de presidente de la Acea se va a encontrar, sobre todo, la patata caliente de las futuras nuevas normas europeas sobre las emisiones de CO2, un tema en el que hay posturas divergentes entre los italianos y los franceses por un lado, y los alemanes por el otro.