
Nuevas desinversiones a la vista, si el juez da permiso, en el grupo Llanera, que está aprovechando todas las oportunidades que se le han puesto en el camino para lograr algo de inyección en su caja y recortar lo máximo posible su pasivo aun a costa de sacar de su balance los activos más jugosos.
El grupo inmobiliario valenciano, en proceso concursal desde el pasado mes de octubre, solicitó ayer autorización al titular del juzgado de lo Mercantil número 2 de Valencia para aceptar la oferta de compra de 510 hanegadas de terrenos ubicados en El Brosquil de Cullera (Valencia), propiedad de la sociedad Aldalondo, una de las seis que están bajo tutela judicial.
Tras la oferta de compra está Bancaja Habitat, la filial inmobiliaria del grupo financiero, según informaron en un comunicado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
La oferta de Bancaja, uno de los acreedores del grupo inmobiliario, asciende a 42,3 millones de euros, e incluye una opción de compra sobre la totalidad de las participaciones de la sociedad Valencia Beach Golf, cuya titularidad ostenta Aldalondo, por valor de 2,5 millones.
Condicionantes
Pero el acuerdo entre la caja y el grupo de la familia Gallego es más amplio. Llanera ha solicitado también el visto bueno judicial para vender a Bancaja Habitat las participaciones sociales de Ansogasa, de la que es socio minoritario con una participación del 28 por ciento. En este caso, la caja ofrece un precio de 12,5 millones. Esta oferta, sin embargo, está condicionada a la aprobación, autorización y cumplimiento de la oferta de compraventa de los terrenos de Aldalondo en El Brosquil.
Este acuerdo entre Llanera y la caja se suma al que esta misma semana alcanzó la inmobiliaria con Lehman Brothers, por el que el banco se hará con los terrenos de Reva en Ribarroja (Valencia) en un trueque de suelo por deuda. Lehman es el principal acreedor de Llanera tras haberle financiado en su día la compra del mismo suelo por 156 millones, cantidad en la que se reduciría el pasivo si el juez autoriza la operación tras escuchar a las distintas partes. De prosperar ambas operaciones, cada vez será más reducido el activo disponible por la inmobiliaria para atender a la totalidad de los acreedores.