La energética alemana suprimirá entre 9.000 y 11.000 puestos de trabajo, con el objetivo de reducir costes para garantizar el futuro de la compañía. Así lo explicó en un comunicado con motivo de la presentación de sus resultados trimestrales, que fueron negativos por primera vez en diez años: entre abril y junio registró unas pérdidas ajustadas de 382 millones de euros.
La mayor compañía energética de Alemania advirtió de que las dificultades observadas hasta junio persistirán en los próximos años, lo que continuará lastrando sus resultados, por lo que pretende "reducir significativamente sus costes" hasta unos 9.500 millones anuales en 2015, frente a los 11.000 millones actuales.
Según exlpicó, se ha visto lastrado por la nueva política energética alemana, que ha adelantado el 'apagón' nuclear e impone un impuesto a esta fuente de energía. Ayer, el otro gran grupo alemán, también achacaba a la política energética de la canciller Angela Merkel sus pérdidas trimestrales de 229 millones.
Empleo, dividendo, previsiones
En este sentido, la multinacional alemana, que a finales de junio contaba con 79.158 empleados en todo el mundo, indicó que planea reducir a medio plazo entre 9.000 y 11.000 puestos de trabajo, entre el 11% y el 14% de su actual plantilla. Las bajas serán principalmente en labores administrativas, aunque señaló que en las próximas semanas ofrecerá más detalles al respecto.
"No podemos permitirnos, no sólo, pero particularmente en Alemania, ningún nivel innecesario de gestión, ni duplicar procesos o trabajos", señaló el consejero delegado de la compañía, Johannes Teyssen.
E.ON también ha recortado el importe del dividendo previsto para este ejercicio, hasta 1 euro, frente a los 1,30 euros previstos.
Además, han anunciado que "en vista de la intervención política y la extremadamente difícil situación económica, E.ON se ha visto forzada a reducir significativamente sus expectativas para 2011", indicó la empresa, que ahora espera un EBITDA ajustado de entre 9.100 y 9.800 millones y un beneficio neto ajustado de entre 2.100 y 2.600 millones de euros.
En los seis primeros meses del ejercicio, E.ON obtuvo un beneficio atribuido de 691 millones de euros, un 82,3% menos que en el mismo periodo de 2010, después de que en el segundo trimestre registrase unas pérdidas ajustadas de 382 millones de euros, desde los 1.250 millones de euros que ganó en el mismo periodo del año anterior.