
Encima de la mesa de la comisaria europea de la competencia, Neelie Kroes, hay dos informes que queman. Y de hecho, la comisaria subrayó recientemente que la sombra de la crisis financiera, iniciada en Estados Unidos, se está proyectando cada vez más sobre la economía europea, que, a pesar de todo, sigue funcionando bien
En un seminario de la Winter University de Venecia, Neelie Kroes explicó que "un par de Estados miembros están teniendo problemas con algunos de sus bancos nacionales, de lo que los respectivos gobiernos son conscientes y, por eso, están en estrecho contacto con el Banco Central Europeo (BCE) y con la Comisión".
Mientras crecen los rumores y las noticias informales sobre una posible crisis de algunas instituciones bancarias europeas, las declaraciones de la comisaria Kroes parecen reforzar la idea de que ciertas operaciones de salvamento están suscitando espinosas problemáticas en el ámbito de la competencia y, por lo tanto, corren el riesgo de ser rechazadas.
¿Se repetirá el caso de Northern Rock?
El interrogante aparece suspendido sobre el caso del británico Northern Rock, que accedió a préstamos públicos de emergencia por un valor de cerca de 35.000 millones de euros. Pero también en Alemania está siendo atentamente examinado el salvamento del IKB por parte del grupo bancario público KFW, cuyo valor ascendió a los 4.800 millones de euros, duplicándose respecto a las hipótesis iniciales.
Las sombras americanas, con su reflejo en el debilitamiento del dólar, llegan a una Europa, a la que está regresando el espectro de la inflación y donde el crecimiento económico comienza a dar señales de ralentización.
¿Bajará los tipos la Fed?
El jueves, el BCE revisió las estimaciones de crecimiento y de inflación. Fue entonces cuando decidió mantener los tipos europeos en el 4 por ciento -garantizando, sin embargo, una amplia liquidez al mercado y demorando a la primera mitad de 2008 una reducción de la inflación-, mientras el banco central de Estados Unidos o Reserva Federal (Fed) ya ha enviado indicaciones implícitas de que mañana 11 de diciembre podría reducir los tipos americanos al 4,25 por ciento.
La señora Kroes, por su parte, no ha dejado de subrayar el domingo que, a su juicio, hay demasiada emotividad en el debate actual sobre la política monetaria, que muchos querrían más expansiva. "Son los hechos y los datos los que tienen que dirigir esa política", dijo la comisaria, mientras alababa a Jean-Claude Trichet como "un excelente presidente" del Banco Central Europeo, con sede en Fráncfort. Mientras tanto, desde el otro lado del océano, siguen llegando señales preocupantes.
Señales preocupantes
Moody's señaló un nuevo empeoramiento de la ya peligrosa situación de los fondos estructurados (siv), al anunciar el recorte o los preparativos para reducir el rating sobre la deuda emitida por ellos, por un montante total de 81.000 millones de euros (cuya valoración ya se rebajó en unos 9.500 millones).
En el punto de mira están especialmente seis siv (de siete), que forman parte de Citigroup por un valor de 44.000 millones de euros. Los siv son vehículos financieros vinculados a los bancos -pero fuera de su contabilidad directa- con un modelo de negocio en el que se endeudan a corto plazo para invertir en deudas que vencen a más largo plazo y con mayores beneficios. Como los inversores no compran ya nada de los siv por la preocupación relativa a su exposición en el mercado de las hipotecas de riesgo, el valor activo neto de estos instrumentos estructurados se ha hundido, ante su dificultad para refinanciarse.
Hasta tal punto, que el propio "superfondo" colectivo de salvamento -en vías de promoción por parte de Citigroup y de otros bancos de EEUU, con la ayuda del ministro del Tesoro, Henry Paulson- podría verse superado por la necesidad de inmediatas y directas intervenciones multimillonarias de los propios bancos.