
El cargo de presidente de la CAM es "honorario y gratuito", según la ley, pero el expresidente Modesto Crespo aprovechó su posición para lucrarse mientras la entidad naufragaba.
Lo hizo poniéndose un sueldo a través de una participada, cuando sus antecesores sólo cobraban dietas, y otorgándose productos financieros a interés muy bajo o incluso al 0 por ciento, como dos líneas de descuento para sus empresas por valor de 300.000 euros cada una que abrió en 2008, cuando era secretario del consejo de administración.
Colocado en el consejo por el Partido Popular en 2007, Crespo llegó a la presidencia en 2009. Según fuentes del destituido consejo de administración, el empresario ilicitano solicitó cobrar un sueldo, y lo hizo situándose en el consejo de la participada Tinser Cartera como presidente no ejecutivo. Según Información, esta sociedad pagaba a Crespo 16.000 euros al mes simplemente por asistir a los consejos de administración, que además no se celebraban, ya que se levantaban actas falsas que luego se firmaban.
La caja ya retribuía de esta manera indirecta al resto de consejeros a través de las participadas Gesfinmed e Incomed, pero estos sueldos, como el de Crespo, no figuran en los informes anuales de gobierno corporativo que la CAM deposita en la CNMV, que sólo incluyen las dietas por asistir a las reuniones (79.000 euros entre todos en 2010).
A estas prebendas hay que añadir los préstamos blandos que se otorgaron los consejeros, que ascienden a 61 millones en los últimos tres años y los viajes de lujo con las familias para celebrar reuniones del consejo en el extranjero.
Los partidos de la oposición valencianos han solicitado una comisión de investigación en las Corts y la comparecencia del consejero de Economía, Enrique Verdeguer, para que explique cuál ha sido el papel de supervisión del Instituto Valenciano de Finanzas. Este órgano negó ayer que hubiera irregularidades en la concesión de créditos a los consejeros, que fue supervisada salvo los que tenían interés cero otorgados a los trabajadores.