Ipic cerró ayer su toma de control de Cepsa. El grupo árabe ya posee el 98,5% de la petrolera y en los próximos días alcanzará el 100% al excluir la compañía de bolsa. La operación, no obstante, no parece exenta de problemas. Al conflicto que hace dos semanas mantuvo la petrolera con los sindicatos colombianos, se suma ahora el choque con el comité de empresa de la refinería de Huelva y con sus sindicatos mayoritarios por la llegada de Ipic.
El presidente del comité de empresa, Pedro Vázquez, alertó de que la compañía está pensando en recortar 32 empleos, de los que el 75% de los trabajadores estarían relacionados con la seguridad en la empresa y forman parte de los 940 empleados que conforman la totalidad de la plantilla de la refinería.
Vázquez advirtió, asimismo, de que los despedidos serían técnicos de control de los paneles de operaciones o supervisores de los trabajos en las plantas, así como los responsables técnicos de las firmas de permisos de trabajo, labores todas ellas relacionadas con la seguridad en la planta.
Desde Cepsa se niega esta situación y un portavoz de la compañía petrolera indicó que "en modo alguno" se comparten las manifestaciones del comité y ha recalcado que "habrá una reubicación debido al cierre parcial de algunas unidades por la crisis económica", informa Efe.
Los sindicatos de Cepsa además han aprovechado también para lamentar la escasa explicación del plan industrial de la compañía para los próximos años. Por este motivo, asegura que cuando una empresa perteneciente al Gobierno de otro país quiere obtener su control, ésta tenga la obligación de explicar cuál es el proyecto industrial que va a defender cuando dicho control se produzca.
Hay que tener en cuenta que el folleto explicativo de la opa formulada por Ipic sólo se compromete a mantener en los próximos doce meses tanto la actual estrategia de Cepsa como la localización de sus principales centros de actividad. También asegura que en el primer año no hará "cambios importantes" en lo referido a puestos de trabajo y equipo directivo, si bien sí acometerá las modificaciones necesarias para la "racionalización" de su fuerza laboral y contratará a una consultora para que examine a los directivos, tal y como adelantó elEconomista.
Para más inri, los sindicatos presentes en Cepsa (CCOO, UGT y USO) mostraron algunas reticencias importantes en las alegaciones presentadas ante el regulador bursátil. Así, los agentes sociales solicitan mayores garantías en lo referente a las condiciones de trabajo y empleo más allá del límite de los 12 meses que establece el folleto de la opa. A juicio de los sindicatos, también habría que proporcionar garantías en el marco de un plan estratégico, a medio-largo plazo, sobre la no fragmentación de actividades y reestructuración societaria. Por último, instan a Cepsa a dar a conocer la representación de los trabajadores, el informe de la Comisión Nacional de la Energía sobre la autorización de la operación y ponen el énfasis la necesidad de establecer un cauce de información estable, por parte de la dirección de la petrolera para el seguimiento y control de la oferta.
Por el momento, a pesar de las reticencias que han mostrado los trabajadores y los sindicatos a la nueva situación de Cepsa, la oferta sigue su curso y ahora se iniciará la compra forzosa del restante 1,5% del capital.
A partir de este momento, se iniciará también la renovación del consejo de administración de la segunda petrolera en España.