Tal y como hizo el segundo mayor banco islandés hace pocos meses, la entidad irlandesa podría emplear parte del dinero que Dublín le ha inyectado para cancelar las hipotecas de aquellos clientes con graves problemas financieros. Mientras, Irlanda estudia imponer una tasa de 100 euros anuales a la propiedad inmobiliaria.
Según informa hoy Bloomberg, Allied Irish Bank está estudiando la posibilidad de destinar parte del rescate estatal, que se materializó con fondos públicos, para compensar a los contribuyentes y rescatar a su vez a aquellos que no puedan pagar su hipoteca.
"Hay algunas personas que no podrán devolver -no pueden- todo el dinero que deben. Prefiero llamarlo reestructuración de la deuda", manifestó el presidente del banco, David Hodgkinson.
Un plan integral
Para ello, está estudiando todas las opciones y manteniendo "conversaciones activas" con el banco central del país para tratar de concretar algún plan que sea general para toda la industria, según explicó ayer a analistas.
"Usaríamos el dinero que nos ha proporcionado el Gobierno en este proceso", asegura Hodgkinson, quien considera que "claramente" necesita ser una acción que "abarque a toda la industria y que tenga el respaldo del Gobierno".
Está previsto que la entidad reciba esta semana el nuevo tramo del tercer rescate estatal. En concreto, el Gobierno aportará 14.800 millones de euros, lo que elevará a 20.000 millones de euros el importe total que Dublín ha destinado a evitar el colapso del banco.
Difíciles de pagar
En Irlanda, más de una de cada diez familias hipotecadas no pueden cumplir con los pagos de su crédito a la vivienda o han tenido que refinanciarlo, de acuerdo con datos recientes del Banco Central de Irlanda.
Las hipotecas concedidas por el Allied Irish alcanzan los 26.800 millones de euros, mientras que el número de préstamos a la compra de una casa con retrasos en el pago superiores a 90 días creció al 7,8% en junio, desde el 4,8% de septiembre.
"La gente que no tiene empleo no puede pagar sus deudas y les lleva a retrasarse con los pagos y al potencial impago", afirma un economista de la firma Davy. "En las Vegas, puedes tirar las llaves de la puerta y está arreglado, pero aquí te vas a la quiebra", añade.