
El verano no sólo trae altas temperaturas. En el caso de Mediapro, la canícula ha evaporado contratos por más de 35 millones de euros. Una situación que empuja al grupo participado por Jaume Roures a sufrir los calores más que nadie, a la espera de recuperar la respiración con nuevos acuerdos que le permitan aliviar la presión sobre su viabilidad.
Y es que el último mes se ha convertido en una auténtica pesadilla para el tenedor de la mayoría de los derechos del fútbol español, sumando varios agravantes a su más que precaria situación económica.
A principios de junio la tendencia comenzaba a torcerse para el grupo, con la no renovación del contrato que ostentaba su participada Overon para producir el canal del Senado. En este caso no se conoce el importe del acuerdo, pero el episodio se consagró después de un fallo operativo que colmó de indignación a la Cámara Alta. Y es que un mes antes, durante la retransmisión vía satélite de uno de los plenos a través de la señal institucional del Senado, la compañía emitió un vídeo electoral del PSOE. Así, la emisión, de 33 minutos de duración, supone que a partir del 1 de enero de 2012 será otra empresa la que se encargue de esta producción.
Sin embargo, no sería hasta dos semanas después, a mediados de junio, cuando se confirmó que Mediapro perdía dos importantes contratos en TVE. El primero de ellos, por el que la empresa ingresó 14 millones de euros en 2010, tenía que ver con la producción del espacio España Directo y que este año, tras varias discusiones en el consejo de la televisión pública, se había firmado hasta el 30 de junio por 6,9 millones con la idea de prolongarlo hasta finales de año. Algo que finalmente no ha sucedido. El segundo contrato también tenía como protagonista a su participada Overon, que prestaba servicios técnicos para la producción de La mañana de La 1 por 6,7 millones de euros anuales. En este caso, como en el anterior, el acuerdo se disolvió el pasado 30 de junio.
Sin apoyos
La pérdida de estos dos contratos coincide prácticamente en el tiempo con la dimisión del presidente Alberto Oliart, defensor de la presencia de Mediapro en TVE. El grupo, tras la salida de la Corporación del exministro, pierde así un importante apoyo para su crecimiento empresarial. En los últimos años la productora se había convertido en la principal empresa externa en la televisión pública, acaparando la mayoría de los contratos que ésta lanzaba al mercado.
Pero la situación aún podía empeorar más y hace unas semanas, a la pérdida de los derechos de retransmisión de varios equipos de fútbol de primera división, como el Athletic de Bilbao o el Real Zaragoza, arrebatados por Prisa, se unía la pérdida de otro abultado contrato en la televisión pública de Aragón. En esta ocasión, el monto del contrato ascendía a más de 17 millones de euros por cuatro años pero, con el cambio de color político en el Gobierno de la comunidad, el viento dejó de soplar en favor de la productora de Roures. En su lugar, Chip Audiovisual será la encargada de producir los informativos de la cadena autonómica, al obtener la puntuación más alta en el apartado técnico.
Con todo, la empresa trata en la actualidad de salir del concurso de acreedores, al que se acogió hace más de un año, algo que podría suceder en unas semanas siempre que Prisa no logre impedirlo. Y es que el grupo de los Polanco, además de ser uno de sus principales acreedores, también se opone al modelo de viabilidad planteado.