Los ingresos cayeron con fuerza el pasado año y los beneficios se redujeron casi un 20%. Aunque durante los últimos meses se está apreciando una cierta recuperación, nadie oculta que la factura durante el primer año ha sido cara. 'Lucky Strike' es la que mejor ha soportado hasta ahora la ley antatibaco y las guerras de precios 
550 millones de euros. Eso es lo que le ha costado a la industria tabacalera española la ley contra el consumo de cigarrillos y la guerra de precios desatada el año pasado en el sector. La gravedad de la situación es tal que hasta los estanqueros han pedido al Gobierno autorización para poder vender bebidas alcohólicas y mitigar así la caída de los ingresos por el tabaco.
Cuentas en picado
De acuerdo con las cuentas depositadas por las empresas en el Registro Mercantil, el volumen de negocio de las tabacaleras se ha reducido en España un 4% en el último año, hasta 13.295 millones de euros, es decir 545 millones menos. Pero lo peor para sus accionistas es que los beneficios se han desplomado. Han caído casi un 20%, hasta 514 millones. Y eso sin contar los datos de Japan Tobacco International (JP2914.TK) (Camel y Winston), cuyas cuentas no figuran todavía en el Registro.
Las que peor lo han pasado han sido Altadis (ALT.MC) y Philip Morris. La hispano-francesa redujo sus beneficios un 21,5% y la norteamericana, aunque elevó ligeramente sus ganancias, redujo un tercio su negocio en España. En 2005 la dueña de Marlboro facturaba 925 millones y el pasado ejercicio se quedó en 610 millones.
Philip Morris reconoce en sus memorias el golpe sufrido por el acoso contra los cigarrillos: "La reducción de las ventas es consecuencia de la entrada en vigor de la Ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo, habiéndose producido una disminución generalizada de todas nuestras marcas".
Explicaciones
Esta empresa, que ha sustituido a su consejero delegado para intentar enderezar el rumbo -Eugenio Sidoli relevó a Jorge Barberá- explica además que la ley contra el consumo de cigarrillos ha tenido un impacto aún más negativo en la Península y Baleares, donde permanece el monopolio de los estancos.
Al parecer, y aunque no hay datos públicos, se trata de algo generalizado en todo el sector: el hecho de que en Canarias se pueda vender tabaco fuera de las expendedurías habría amortiguado la crisis. Altadis es, sin embargo, la que está consiguiendo ahora unos mejores registros, recuperando por ejemplo el liderazgo frente a la estadounidense. La dueña de Fortuna vendió hasta octubre 126,2 millones de cajetillas, lo que le permitió elevar su cuota de mercado al 31,58%.
Aunque Philip Morris aguanta como puede el tipo, se quedó ligeramente por debajo. En los diez primeros meses del año vendió 126,1 millones de cajetillas y se quedó con una participación del 31,56%.
Y otra que lo ha pasado también especialmente mal ha sido la británica Imperial Tobacco (IMT.LO). En plena opa sobre Altadis a 50 euros por acción, su filial española se ha convertido en un pequeño quebradero de cabeza para el grupo, que a pesar de haber rebajado al máximo sus precios para poder ganar cuota de mercado en el último año, no ha logrado evitar que sus beneficios se dividieran en 2006 por cinco, hasta 400.000 euros.
Cómo afrontarlo
"Ha sido un año particularmente difícil para el sector tabaquero, que comenzó con la entrada en vigor de la Ley Antitabaco", reconoce la compañía. Para Imperial, sin embargo, hasta que no se cierre la compra de Altadis, España es todavía un mercado pequeño y su repercusión sobre las cuentas del grupo a nivel mundial son mínimas.
Entre las grandes, la que mejor ha soportado el acoso contra los cigarrillos ha sido British American Tobacco (BAT) (BATS.LO). Aunque Lucky Strike, su principal enseña, ha sufrido los mismos problemas que el resto, la empresa ha contado con una barrera infranqueable: Pall Mall, que redujo su precio en 90 céntimos, hasta 1,30 euros por cajetilla para aguantar el envite.
El acoso contra las tabacaleras a nivel mundial está acelerando además el proceso de concentración en el mercado. Y España no es una excepción. Gallaher adquirió la canaria Cita, Japan Tobacco se hizo a su vez con la primera e Imperial Tobacco ha lanzado ahora una oferta pública sobre Altadis.
¿Parará aquí? Debido a los problemas con las autoridades de la competencia cada vez es más complicado que haya grandes operaciones, pero hay empresas, como BAT, que todavía no han movido ficha. Y puede que no tarden demasiado en actuar.
Los números de las tabacaleras en España
Fuente: Registro Mercantil / elEconomista