ATENAS (Reuters) - La Iglesia Ortodoxa griega posee más tierras que nadie excepto el Estado, emplea a miles de personas que están en la nómina pública y tiene una participación en el mayor banco del país, pero los activistas dicen que paga unos impuestos irrisorios.
La Iglesia niega firmemente la acusación de ser uno de los mayores evasores de impuestos de Grecia y asegura que desempeña un papel social, económico y espiritual vital en estos tiempos de dificultades.
Con el tercer año de recesión atormentando a los 11 millones de griegos, la Iglesia ha ofrecido alivio, bienestar y alimento, pero sus críticos dicen que es hora de que eche mano de sus arcas para ayudar en el rescate.
La Iglesia Ortodoxa griega ha disfrutado durante mucho tiempo de un privilegiado estatus, algunos dirían que confortable, cuando se habla de impuestos en un país donde es responsable de la única religión oficial, con algunos críticos calificando sus finanzas de opacas en el mejor de los casos.
Pero la crisis de deuda soberana que ha sacudido al estado griego, arrojando a cientos de miles trabajadores al paro, y forzando a realizar dolorosos recortes en salarios, pensiones y prestaciones, ha vuelto a poner en el punto de mira la posición fiscal de la Iglesia.
Más de 10.000 personas se han unido a la página de Facebook griega "Impuesto a la Iglesia", y hasta ahora 29.000 han firmado una petición online instando al Estado a aprovechar "la gran fortuna de las iglesias" para reducir el agobiante déficit presupuestario.
"La Iglesia debe pagar su cuota de la carga fiscal", dijo el antiguo ministro de Finanzas Yannos Papantoniou. "Es absolutamente irrazonable que en esta situación contribuyan con tan poco".
La Iglesia ha negado airadamente las acusaciones de que no paga lo que le corresponde. "Eso es mentira. Pagamos más impuestos sobre la tierra que las empresas ordinarias y pagamos un 20 por ciento de nuestros ingresos por alquiler en impuestos", dijo el padre Timotheos, el portavoz de la Santo Sínodo de la Iglesia de Grecia.
A pesar de la creciente demanda para una mayor transparencia, el gobierno socialista del PASOK del primer ministro Georgios Papandreus no se atreve con la todopoderosa Iglesia, reconoció un asesor del primer ministro hablando de forma anónima.
SACERDOTES ASALARIADOS POR EL ESTADO
Las finanzas de la Iglesia, sus tierras y otros problemas son tan laberínticos que son difíciles de penetrar, aseguraron los analistas. El pago total de impuestos de la Iglesia no se hace público, y el padre Timotheos señaló que las iglesias son responsables de sus propios impuestos.
El Santo Sínodo pagó 1,3 millones de euros en impuestos el año pasado, dijo el padre Timotheos, añadiendo: "Podíamos haberlo impugnado en los tribunales, pero no lo hicimos porque queremos ayudar al Estado y a nuestra patria".
Hay gran cantidad de pruebas sobre los activos de la Iglesia, que posee, por ejemplo, una participación de alrededor de 1,5 por ciento en el mayor banco griego, el Banco Nacional de Grecia.
Teniendo en cuenta este tipo de riqueza, los activistas quieren que la Iglesia pague más por su propio mantenimiento.
El Estado por el momento paga los salarios de unos 9.000 sacerdotes de toga negra, incluidos unos 100 metropolitanos que dirigen la Iglesia, así como las pensiones de los clérigos jubilados.
Esto cuesta al erario público 268 millones de euros al año, aseguran los activistas en Facebook. El padre Timotheos dijo que estaba justificado porque la Iglesia entregó más del 96 por ciento de la tierra que poseía cuando Grecia se independizó del Imperio Turco en 1821.
Durante los siglos anteriores a la dominación turca, los emperadores bizantinos entregaron vastas extensiones de tierra a los hombres de Dios.
En la época otomana, muchas familias griegas confiaron sus propiedades a la Iglesia para su custodia y evitar así la expropiación por parte de los turcos. Los registros entonces eran pobres y no siempre se devolvieron.
El Gobierno griego está ahora bajo una fuerte presión por parte del FMI y de la UE para vender sus activos públicos, incluidos los bienes inmuebles.
Parte del problema es que nadie sabe qué posee exactamente la Iglesia. Grecia no tiene un registro central de la propiedad y la estructura descentralizada de la Iglesia le impide saber lo que tiene con exactitud.
"La Iglesia de Grecia no está pagando casi nada en impuestos al Estado griego para el total de activos que controla", dijo a Reuters un veterano experto fiscal, que no quiso dar su nombre.
Desde la aldea más pequeña en el norte de Grecia, donde los agricultores pagan una renta a la Iglesia, a los distritos más elegantes de Atenas, donde la Iglesia es propietaria de bienes raíces en primera línea de costa en el millonario barrio de Vouliagmeni, las tierras que posee son enormes.
TERCER CARRIL
Stefanos Manos, otro ex ministro de Finanzas de principios de los 90, dijo que la cartera de bienes raíces de la Iglesia valía miles de millones de euros, pero que siempre se había resistido a una auditoría externa.
Manos, liberal de centroderecha, se enfrentó este mes en televisión con el Metropolitano de Tesalónica, exigiendo una encuesta independiente de la propiedad de la iglesia y alegando que debe hacerse cargo del pago de los salarios de los clérigos y de las pensiones.
El padre Timotheos replicó que la Iglesia estaba en realidad subvencionando al Estado. Varios edificios ministeriales, universidades y hospitales en Atenas son de propiedad eclesiástica, arrendada al Estado por una miseria o de manera gratuita, dijo.
Puede que la Iglesia no sea el pilar de la vida griega como lo era hace un siglo pero aún ejerce una poderosa influencia en esta sociedad predominantemente ortodoxa donde el respeto a los sacerdotes aún se vive en muchas comunidades.
"Es el tercer raíl de la política griega. Si lo tocas, mueres", dijo el asesor de Papandreu, comparando el asunto con el alto voltaje del ferrocarril eléctrico en algunas vías del tren.
COSTE POLÍTICO
La habilidad del clero para movilizar a las masas en manifestaciones ha sido tan grande que el padre del actual primer ministro, Andreas Papandreu, tuvo que abandonar un plan para nacionalizar las grandes extensiones de tierra de la Iglesia.
No es de extrañar que una de las primeras promesas de Venizelos como ministro el mes pasado fue seguir pagando los salarios y pensiones del clero.
La Iglesia dice que está tirando del carro en la crisis, intensificando la ayuda - desde comedores populares hasta alivio de deudas y asesoramiento - a los griegos que lo están pasando mal.
Las comunidades eclesiásticas están ofreciendo 50.000 comidas al día para los necesitados, un incremento de 35.000 antes de la crisis. El padre Timotheos dijo que en algunos sitios han empezado a funcionar "tiendas de comestibles", con entrega de alimentos de primera necesidad gratis, añadiendo:
"Gastamos unos 100 millones de euros en acciones filantrópicas en 2010 y lo hemos aumentado desde entonces. ¿Qué más podemos hacer?"
La Iglesia está manteniendo sus propios niveles de empleo en un momento en el que trabajadores del sector privado y público están siendo despedidos. También está adiestrando a los sacerdotes para que cuiden psicológicamente de los feligreses en un momento en el que el índice de suicidios va en aumento.
El padre Timotheos se molestó ante la sugerencia de que la Iglesia debería contribuir más.
"La gente confía en la Iglesia por encima de cualquier otra persona en este país. Cuando tienen un problema, no llaman a la puerta del primer ministro o a la de un ministro", dijo.
"Sus puertas están cerradas. Las nuestras están abiertas".
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