BRUSELAS (Reuters) - Los ministros de Finanzas de la zona euro abrieron la puerta por primera vez a que pudiera hacer falta alguna forma de quiebra parcial en Grecia para recortar la deuda de Atenas, pero los mercados se resintieron por la falta de plazo límite y por la floja respuesta del FMI para reforzar la presión sobre Italia y España.
Por primera vez, los ministros no quisieron descartar la posibilidad de una quiebra selectiva por parte de Grecia que haga más tolerable la montaña de deuda que tiene, a pesar de la feroz oposición del Banco Central Europeo.
"Ya no lo excluimos. Obviamente el BCE ha afirmado en el comunicado que mantiene su posición, pero los 17 ministros ya no lo excluyen así que tenemos más opciones, un marco más amplio para trabajar", dijo el martes el ministro de Finanzas holandés, Jan Kees de Jager, a los periodistas.
Después de ocho horas de negociaciones el lunes, los ministros de los 17 países de la euro zona prometieron más medidas "pronto".
Los participantes dijeron que se estaba estudiando tanto la recompra de la deuda griega en el mercado secundario como la propuesta alemana para un canje de bonos a plazos más largos tras el fracaso de un complejo plan francés para refinanciar los bonos.
Sin embargo, el desacuerdo sobre los detalles de las medidas a tomar impidieron dar pasos inmediatos, lo que provocó el temor de los inversores.
El coste de asegurarse contra un incumplimiento de la deuda en España, Portugal y Grecia alcanzó un récord, mientras que el rendimiento de los bonos a 10 años en Italia, la tercera mayor economía de la eurozona, se disparó por encima del seis por ciento por primera vez desde 1997, muy por encima del nivel que los banqueros dicen que empezará a poner mucha más presión sobre sus finanzas.
Las acciones de bancos europeos cayeron a un mínimo de dos años.
Si Italia necesita un rescate, el mecanismo en vigor de la zona euro, el EFSF en sus siglas inglesas, no tendría fondos suficientes para ayudar.
Los dirigentes de la zona euro esperan adoptar decisiones concretas sobre Grecia en otra reunión a finales de este mes, que alivien la presión sobre los mayores deudores del bloque. Pero a pesar de la volatilidad de los mercados, el ministro de Finanzas alemán dijo que no había prisa.
"Tenemos tiempo en Grecia. El siguiente tramo está previsto para septiembre", dijo Wolfgang Schaeuble a la radio Deutschlandfunk.
La falta de prisa ha generado fuertes críticas del primer ministro griego pero los ministros del Ecofin aludieron a la perspectiva de que están por llegar medidas más importantes.
"Los ministros están listos para adoptar más medidas que mejorarán la capacidad sistémica de la zona euro para resistir los riesgos de contagio, incluyendo mejorar la flexibilidad y el alcance del EFSF (Fondo de Estabilidad Financiera), alargar los vencimientos de los préstamos y rebajar las tasas de interés, incluso a través de acuerdos de garantía cuando sea apropiado", dijeron en un comunicado.
El euro cayó a su mínimo en cuatro meses frente al dólar tras la inconclusa reunión y después de que la nueva directora general del FMI, Christine Lagarde, dijera que el organismo y sus socios de la UE no estaban aún preparados para discutir los términos de un segundo rescate a Grecia.
"No se debe dar nada por sentado", dijo a los periodistas en Washington.
Italia posee la segunda mayor deuda per cápita tras Grecia pero ha logrado evitar el destino de Grecia, Irlanda y Portugal, que se vieron obligados a pedir rescates a la UE y FMI, porque tiene un bajo déficit presupuestario y un mercado de deuda líquido, principalmente en manos nacionales.
Pero la semana pasada surgió el temor de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, pueda apartar de su cargo al ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, considerado el garantista de la prudencia fiscal en Roma.
Los ministros no dieron indicios de que haya roto el punto muerto sobre cómo hacer que los bancos, aseguradas y otros fondos compartan el coste de una financiación adicional a Atenas. Alemania y otros quieren que el sector privado colabore con alrededor de 30.000 millones de euros en un nuevo paquete para Grecia que podría alcanzar un total de 110.000 millones de euros.
Pero una responsable oficial nacional dijo que se estaban aproximando a compartir el coste de aliviar la carga de deuda de Grecia con inversores incluso si la agencias de calificación declaraban un incumplimiento.
"Yo entendería esto como un reconocimiento por los estados miembros de que una quiebra selectiva va a ser difícil de evitar. Se elimina un obstáculo a la participación del sector privado", dijo el responsable, que habló bajo condición del anonimato.
Los ministros asignaron a un grupo de trabajo que proponga maneras de financiar el programa de varios años para Grecia, reducir los costes de servir su deuda de 340.000 millones de euros - cerca del 160 por ciento de su producción anual - y mejorar su sostenibilidad.
Fuentes del eurogrupo dijeron que los ministros se reunirían posiblemente de nuevo a finales de julio para intentar cerrar un acuerdo.
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