Madrid, 28 nov (EFECOM).- La implantación del sistema de control de estabilidad en España, denominado ESP o ESC, puede reducir en 600 las muertes por accidente de tráfico, además de más de 4.000 heridos leves y graves.
Para intentar adelantar la generación del uso del ESP, el Real Autómovil Club de Cataluña (RACC) presentó hoy una campaña protagonizada por el piloto español de Fórmula 1 Pedro Martínez de la Rosa para que los compradores "exijan" el ESC en los automóviles nuevos.
Esta campaña forma parte de la promovida por la Unión Europea el verano pasado, aunque el lema de la iniciativa europea es "Elija ESC", en lugar del lema español "Exija ESC".
A la presentación en la escuela de conducción que el RACC tiene en la localidad madrileña de Mejorada de Enmedio, asistieron, entre otros, el piloto Carlos Sainz; el director General de Tráfico, Pere Navarro, y el presidente de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, Jordi Jané.
Este diputado confirmó a la audiencia que la próxima semana estará en vigor la reforma del Código Penal que establece penas de prisión para los infractores de determinadas normas de tráfico.
También anunció que en la próxima legislatura promoverá ventajas fiscales asociadas a la incorporación de elementos de seguridad en los automóviles.
El objetivo de la campaña, explicaron sus autores, es alcanzar un cien por cien de implantación de este sistema de seguridad en España en los próximos dos años, plazo que de no cumplirse llevará a la Unión Europea a la aprobación de una directiva que obligue a los fabricantes a su instalación de serie en los coches nuevos.
En España, el 63% de los vehículos matriculados el pasado año llevaba incorporado de serie el sistema de estabilidad. Sobre catálogo, el 16% de la oferta en el mercado es opcional y el 21% no lo tiene disponible.
El problema, según los expertos del RACC, radica en que el control de estabilidad solo está presente entre un 10% y un 12% de los turismos utilitarios, que son los vehículos mayoritariamente utilizados por los conductores más jóvenes, en los que se concentra la estadística de siniestralidad.
De forma global, los expertos estiman que apenas un 15% del total del parque automovilístico en España lleva incorporado el ESC, un sistema que después del cinturón de seguridad posee el mayor potencial para salvar vidas.
Los expertos de la compañía Bosch, que desarrolló el primer sistema ESP, estiman que en cinco o seis años este dispositivo equipará a todos los vehículos, como ya ocurre con el sistema antibloqueo de frenos ABS, una tecnología que es la base de los programas de estabilidad.
En términos económicos, la implantación del ESC supondría un ahorro social de 646 millones de euros, frente a un coste anual de instalación del sistema de 281 millones de euros, un cálculo hecho sobre la cantidad de 130 que se estima cuesta el dispositivo.
La campaña consiste, además de la distribución de vídeos en los que también participa Michael Schumacher, en el reparto de medio millón de folletos explicativos. EFECOM
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