Las entidades financieras chinas podrían estar más expuestas a los gobiernos locales de lo que estima Pekín. Según un informe de Moody's, el dinero prestado podría superar en 3,5 billones de yuanes (540.000 millones de dólares) la cantidad difundida por los auditores oficiales, lo que podría provocar grandes pérdidas y, según algunos analistas, forzar la actuación del gobierno.
La agencia de calificación ha revisado un análisis divulgado la semana pasada por el auditor estatal de China, que indicó que los gobiernos locales registraron 10,7 billones de yuanes de deuda.
Calificaciones bajo la lupa
"Asumimos que la mayoría de los préstamos a gobiernos locales son de buena calidad, pero basado en nuestra evaluación de las clasificaciones crediticias y características de riesgo (...) concluimos que la exposición de los bancos (...) es mayor de la que habíamos anticipado", explica Yvonne Zhang, analista de Moody's.
A menos que China pueda elaborar un "plan maestro claro" para resolver el problema, el pronóstico crediticio de los bancos chinos podría tornarse negativo y amenazar sus calificaciones, indicó la agencia, que asegura haber localizado más préstamos financiados por bancos tras analizar discrepancias en las cifras ofrecidas por varias autoridades chinas.
Si los bancos deben absorber fuertes pérdidas, esto podría restringir el crédito, que Pekín lleva meses intentando cercar con las continuas subidas de sus exigencias de capital. Dos factores que podrían poner en apuros a las entidades del gigante asiático y, por añadidura, desestabilizar a la economía china a largo plazo.
El peor desenlace
Los más pesimistas consideran que la situación podría empeorar de tal forma que desembocará inevitablemente en un rescate del sector por parte del Estado. "Últimamente creemos que el gobierno central necesitará separar la deuda local del los balances de los bancos y recapitalizar algunas entidades", afirmaba el economista de Credit Suisse Dong Tao en un comunicado recogido por MarketWatch.
El experto rechazó que el rescate se produzca en los próximos 18 meses, porque "hay pocas señales de crisis inminente", pero recordó que han existen informaciones recientes que muestras pasos preliminares del gobierno chino en esta dirección.