El nuevo presidente del banco de Novacaixagalicia, José María Castellano, ha logrado convencer a su antiguo jefe para que se comprometa con el proyecto de la entidad.
El empresario Amancio Ortega está dispuesto a comprar acciones de NCG Bank, aunque la inversión que realice será de manera simbólica, según aseguran fuentes conocedoras del proceso de recapitalización de la caja.
Tras haber mantenido diversas reuniones, el dueño de Inditex se convertirá en socio del banco gallego. El volumen de dinero que destinará dependerá del descuento final que se apliquen a las acciones y que rondaría el 50% sobre el valor en libros.
De esta manera, el hombre con la mayor fortuna de España participará en la operación que aglutina Castellano para atraer en torno a 600 millones para aumentar la solvencia de Novacaixagalicia, junto a diversos fondos de inversión y distintos empresarios de la región, entre ellos, Roberto Tojeiro y Rosalía de Mera.
También estarían dispuestos a entrar en el banco en función del precio, Manuel Gómez-Franqueira, de la cooperativa Coren; Jacinto Rey, constructora SanJose; Jesús Alonso, de la conservera Jealsa-Rianxeira; Luis Collazo, de la empresa de juego Comar; Enrique Freire, de Megasa; la familia Rivera, de Estrella de Galicia; Manuel Jove, de Inveravante, y Manuel Fernández Sousa, de Pescanova.
La participación de empresarios gallegos era uno de los objetivos que se había marcado la Xunta, ya que de una u otra manera estarían representados los intereses de la región en la caja, y se podría compensar la pérdida de peso por la incorporación del Estado o de otros inversores privados.
Interés despertado
El nombramiento de Castellano ha despertado el interés tanto de las grandes fortunas de Galicia como de fondos extranjeros, aunque en muchos de los casos la materialización de la inversión dependerá del precio final de descuento al que se vendan las acciones.
El nuevo primer ejecutivo del banco cuenta con una buena relación con el sector de fondos de capital riesgo extranjeros, debido al proceso llevado a cabo hace unos años en la operadora de telecomunicaciones Ono, en el que distintas sociedades de este tipo entraron en el capital. Castellano es, desde entonces, presidente de la firma de servicios de telefonía e internet.
Las intenciones de estos empresarios fueron trasladadas la semana pasada por la alta dirección de NCG a los responsables del Banco de España, en una reunión que mantuvieron para analizar los planes de la entidad, que antes de octubre tendrá que haber captado entre 1.500 y 2.600 millones para cumplir las nuevas exigencias de solvencia.
Reducir el peso del Frob
El objetivo es que el grupo que aglutina Castellano tome entre un 20 y un 30% del capital, con lo que las necesidades se rebajarían a 1.500 millones, ya que el nivel de recursos propios requeridos se situaría en el 8% frente al 10% actual.
Con la inyección de los 600 millones que aportarían este consorcio de inversores, el dinero por captar disminuiría a 900 millones. La entidad, pretende reducir al máximo los fondos públicos, incluso hasta el punto de evitar la entrada del Frob en su capital, ha acelerado el plan de desinversiones para obtener plusvalías y el ahorro de costes.
Este proyecto de recapitalización interna, por el momento está dando sus frutos. La entidad anunció la semana pasada que ha logrado una generación de capital del 56% del objetivo previsto hasta el 30 de septiembre, con 281 millones de euros de los 500 millones presupuestados, a través de este mecanismo. Así, ha recortado sus activos ponderados por riesgo en 1.429 millones y obtenido plusvalías por venta de participadas y operatoria en mercados por 102 millones.
En la actualidad intenta desprenderse de otros activos de su cartera industrial, como su participación en Calvo. El mercado también especula con la posibilidad de que se desprenda próximamente del 6% que posee de Sacyr Vallehermoso.
La entidad también ha pisado el acelerador en su plan de ajustes, con motivo la integración, y pretende culminar el cierre de oficinas en octubre. La semana pasada comunicó a la plantilla el calendario de las 150 sucursales que dejarán de estar operativas. Del total, la mitad se deben a solapamientos de red y la mayor parte están ubicadas en el territorio gallego. Hasta la fecha, la red comercial de Novacaixagalicia se ha reducido en 213 sucursales en España y en el extranjero. Con esta racionalización de oficinas espera disminuir los gastos operativos en 7,9 millones.