El 77% del EBITDA (beneficio bruto antes de impuestos, intereses, depreciaciones y amortizaciones) de Meliá Hotels International proviene de fuera de España. Una situación con la que Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero delegado de la antigua Sol Meliá, no se siente muy cómodo.
"España es nuestro principal mercado y aunque no veo una recuperación en los próximos 18 meses, su peso dentro del EBITDA debe subir hasta aportar el 35%. Esta situación no es lo normal", asegura con su grave y profunda voz desde el fondo de su despacho situado en la última planta de la sede de Palma. Un edificio moderno a pocos metros de la única línea de metro de la ciudad y que se encuentra a medio camino entre unas oficinas y el hall de un hotel de lujo.
El aire acondicionado protege de un sol de justicia que da la bienvenida a una de las mejores temporadas desde la crisis. Pero, ¿la recuperación es sólida o es un espejismo? "Nos estamos beneficiando de la inestabilidad política del Norte de África. Tenemos una oportunidad única para hacer una apuesta por la calidad y tratar de fidelizar al cliente para que vuelva el año que viene y no sea solamente un espejismo que este año vaya muy bien la temporada debido a la crisis política en África", asegura con respecto a la vuelta de los turistas extranjeros.
¿Qué pasa con el turismo local? Eso es harina de otro costal.
¿Cómo va la ocupación?
Hay una gran incógnita que es el mercado nacional. El mercado español es el primer mercado para España, supone el 50% de las estancias. Con lo cual esa es la gran incógnita del verano por la situación económica del país y por la tradición de los españoles de reservar todo en el último momento.
Gracias a la inestabilidad en el Norte de África y a que la economía de los principales mercados emisores europeos va que da gusto verla registraremos un incremento de entre el 15 y el 20% de demanda desde el mercado exterior. Por lo que, siempre que no haya una catástrofe en la demanda nacional, creo que estaremos un ligeramente por encima del año pasado.
¿Se cumplirán las previsiones que hablan del 90%?
Más que ocupación, yo creo que se venderá mejor y sin tener que realizar grandes ofertas de último momento. Este verano Baleares va a tener un gran comportamiento, mejor que el de la Cosa del Sol y mucho mejor que el de Canarias. Estas islas han tenido un invierno espectacular que ha sido mérito al 90% de la inestabilidad en África, pero en verano depende del mercado nacional, por lo que va a ver un crecimiento vegetativo del 2 o 3%. Baleares se salvará por la afluencia de alemanes. Veremos crecimientos de dos dígitos.
¿Volverán los precios de 2007?
Cerramos 2010 un 14% por debajo de los precios de 2007 que fue el mejor año de la industria turística. Recuperar los precios es algo que estamos invitando a hacer, pero no creo que este año seamos capaces de conseguirlo ni mucho menos. Pero a lo largo de 2012 y principios de 2013, si la evolución es la que creemos, puede ser.
La presencia internacional les ha ayudado a capear la crisis...
Pusimos el primer pie fuera de España hace 27 años y casi el 80% de nuestro EBITDA proviene del exterior. Eso ha sido una de las grandes virtudes que ha tenido la compañía durante la crisis. España seguirá siendo un destino clave, pero a la hora de destinar los nuestros recursos va a ponderar la internacionalización. El 91% de los 32 hoteles que vamos a abrir de aquí a 2013, a razón de uno cada dos o tres semanas, van a estar fuera de España. Eso deja una visión muy clara de dónde buscamos invertir, pero España sigue siendo nuestro principal mercado y su peso depende de la marcha de la economía que todavía está floja.
Han rebautizado la cadena en una apuesta por reposicionaros en el mercado exterior: ¿buscan nuevas alianzas para crecer fuera?
Vamos a crecer por nuestra propia cuenta en aquellos países donde pensemos que tenemos cierta ventaja competitiva como en las capitales europeas o el Caribe. En EEUU y Asia, donde tenemos dos alianzas con Wyndham y Jin Jiang nos vamos a centrar en desarrollar los proyectos. En EEUU estamos llevando ahora a cabo un proyecto de llevar la distribuciones de las reservas de los hoteles Wyndham Internacional que no estén en EEUU y en Canadá, que son 1.200 hoteles. Se irán incorporando a lo largo de los próximos años y pasarán sus reservas por nuestros canales.
Gracias al acuerdo con Jin Jiang estamos intercambiando clientes. Además, estamos desarrollando un programa de fidelidad. Sólo apostamos por las alianzas en países donde no tenemos el reconocimiento de marca esperado y China es muy importante.
Rusia es otro de los mercados que empieza a tener un gran poder adquisitivo.
Nosotros creemos mucho en Rusia. Los visados de turistas han crecido un 25% este año. Eso demuestra que es un mercado con mucho potencial. Llevamos seis años con una oficina comercial de ventas en Moscú y hemos abierto en San Petersburgo y Kiev. Es interesante abrir un hotel propio ahí. De momento tenemos en marcha varios proyectos de expansión en esa zona bajo modelo de gestión.
Desde el punto de visto inmobiliario, ¿cómo está el mercado español?
Hay muchas oportunidades y seguro que va a haber muchas más. Sin embargo, creo que los bancos han sido extremadamente benévolos con los promotores inmobiliarios. Las entidades no han dudado en ejecutar los edificios y los terrenos, pero con los hoteles han sido más reticentes por la carga laboral que lleva asociada. Han sido muy benévolos refinanciándoles una deuda que no pueden pagar porque los hoteles no dan el dinero necesario debido a la mala gestión. Como mucho pagan los intereses. A este paso probablemente habrá otra oleada de refinanciaciones.
Hablando de deudas, ¿qué va a pasar con los 2,4 millones que les debe Marsans?
Vimos venir el impago mucho antes de que entraran en concurso de acreedores y por eso exigimos garantías personales de Gonzalo Pascual. Tomaremos todas las medidas necesarias para asegurarnos de que, no se si en la totalidad, pero gran parte de ese informe lo recuperemos. Aún así, esta todo totalmente provisionado desde 2010.