Las cadenas buscan cambiar el ladrillo por la gestión para crecer en el exterior.
Las hoteleras españolas dominan el top ten de las cadenas que más habitaciones en propiedad tienen a nivel internacional. NH, Meliá Hotels International y Barceló Hoteles se encuentran entre las siete compañías que más activos en propiedad mantienen en su cartera en 2010 y eso que con la crisis económica las tres iniciaron un proceso de crecimiento poco intensivo en capital y de desinversión de activos para sanear el balance.
La cadena que preside Gabriel Escarrer se sitúa la cuarta del ranking internacional por debajo de los gigantes hoteleros Accor, Starwood y Whitbread. La hotelera mallorquina cerró 2010 con 21.840 habitaciones en propiedad, un 28 por ciento del total. Una tendencia a la baja ya que hasta marzo de 2011 ese porcentaje se había reducido hasta el 21,9 por ciento.
Barceló por su parte se aloja en el sexto puesto con 15.289 habitaciones, un 32,34 por ciento del total de su cartera. La cadena que preside Mariano Pérez Claver y que en 2009 aprobó un plan de desinversión de activos de 300 millones de euros para poder hacer frente a su abultada deuda, en diciembre de 2010 tenía el 22 por ciento de su portafolio en propiedad, es decir, 12.883 habitacione, un 32,34 por ciento del total de su cartera. En el primer trimestre de 2011 el porcentaje se elevó hasta el 24 por ciento debido a la incorporación de proyectos cerrados antes de la crisis.
AC, la cadena de Antonio Catalán, ocupa el puesto número 12 del ranking mundial pese a ser una de las empresas más pequeñas del listado. El 62,62 por ciento de las habitaciones que explotaba en 2010 (antes de la entrada de Marriott) eran suyas por lo que 5.775 de las 9.222 habitaciones que tiene la cadena las ha comprado con su propio dinero. Este número es superior al de la cadena estadounidense Intercontinental, que de las 656.661 habitaciones que conforman su portafolio sólo 5.549 son en propiedad. La situación de AC es excepcional ya que Antonio Catalán creó una marca de la nada en 1998 y para posicionarse es necesario empezar gestionando los hoteles que uno posee. Detrás de estas fuertes compras realizadas por las distintas cadenas se encuentra un espíritu inmobiliario propiciado por el boom del ladrillo y el crédito fácil. Una situación que llevó a las hoteleras a endeudarse y a disparar los precios medios de las habitaciones.
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