La entidad estadounidense JPMorgan Chase ha llegado a un acuerdo con la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC por sus siglas en inglés) mediante el cual abonara 153,6 millones de dólares (106,6 millones de euros) para cerrar una investigación sobre la creación y venta de productos relacionados con las hipotecas basura.
El organismo le acusa "de haber engañado a los inversores en una transacción compleja sobre títulos relacionados a los créditos hipotecarios, justo en el momento en que el mercado inmobiliario comenzaba a hundirse".
El regulador puso en el punto de mira a la entidad al haber realizado la promoción de una cartera de títulos adosados a créditos hipotecarios (conocidos bajo la sigla CDO, "collateralized debt obligation"), sin advertir a los compradores que estos títulos habían sido seleccionados por un fondo especulativo que apostaba a la baja de estos productos financieros.
Es decir, este fondo, Magnetar Capital, se beneficiaba de pérdidas de los clientes de este producto, según la SEC.
El banco había realizado en marzo y abril de 2007 una vasta campaña de esta cartera, que diez meses más tarde perdería "la mayor parte o la integridad de su valor", agrega SEC.
Los inversores afectados por estas transacciones van a ser íntegramente reembolsados por sus pérdidas, lo que representa 125,87 millones de dólares, y el resto iría para el departamento del Tesoro de Estados Unidos.