Empresas y finanzas

El Supremo de EEUU rechaza la demanda por discriminación sexual contra Wal-Mart

El Tribunal Supremo de EEUU ha rechazado por unanimidad (9 votos a cero) el estatus de colectividad otorgado anteriormente por la corte de apelación a una demanda por discriminación sexual presentada por trabajadoras de Wal-Mart, que habría podido llegar a incluir a cerca de 1,5 millones de mujeres con alguna relación laboral con el líder mundial del sector de la distribución.

El magistrado Antonin Scalia indica que la decisión del Tribunal certificaba el error en la concesión anteriormente de tal estatus y señala que en la política oficial de Wal-Mart prohíbe expresamente la discriminación sexual. El juez estima que cada una de estas mujeres no podía pretender haber sufrido la misma discriminación que las otras.

Así, la Corte Suprema estadounidense acepta el principal argumento de la multinacional que subrayaba que sus empleadas, repartidas entre más de 3.400 establecimientos y en diferentes puestos, carecían de suficientes puntos en común como para recibir el estatus de colectivo en su demanda.

De este modo, las demandantes, que acusan a Wal-Mart de pagar menores salarios a sus trabajadoras, así como de discriminar a las mujeres en los ascensos, deberán plantear sus reclamaciones con carácter individual.

Un caso con diez años de historia

El caso arrancó el 19 de junio de 2001, cuando seis mujeres, empleadas y ex empleadas de Wal-Mart y su filial Sam's Club, encabezadas por Betty Dukes, presentaron una demanda colectiva ante un tribunal federal de San Francisco, que pasaría a denominar la demanda como Dukes vs. Wal-Mart Stores.

En su reclamación, estas mujeres acusaban a la multinacional de "discriminar a sus empleadas en su política de ascensos, asignación de puestos de trabajo, formación y retribuciones".    

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