
Los bancos que operan en España ganaron 3.741 millones de euros en el primer trimestre del ejercicio 2011, lo que supone un descenso del 4,5% en relación al mismo periodo del año anterior, según los datos presentados este lunes por la Asociación Española de Banca (AEB). ¿Socializar pérdidas? La banca, a por unos beneficios de récord.
Las entidades realizaron dotaciones por 4.647 millones de euros, un 4,4% menos, y establecieron su core capital en el 9,42%, lo que arroja un aumento de 90 puntos básicos respecto al mismo periodo del año anterior.
Al cierre del primer trimestre del año, la banca española registraba una morosidad del 4,45%, frente al 4,23% de hace un año.
El secretario general de la AEB, Pedro Pablo Villasante, que ha presentado hoy los resultados, ha sostenido que se han obtenido en un complicado entorno en el que persisten muchas incertidumbres sobre los ritmos de crecimiento de la economía internacional.
Villasante ha destacado el esfuerzo realizado en saneamientos y la disciplina en los costes. "La banca española continúa en beneficios gracias a su capacidad de gestión y a su modelo de banca comercial minorista con enfoque al cliente", ha enfatizado.
Por otra parte, los depósitos de clientes crecieron un 13,4%, al sumar 134.664 millones de euros, y los créditos aumentaron un 3,2%.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses cayó el 0,8% y se situó en 12.346 millones, en tanto que el bruto, que añade ingresos por comisiones, avanzó casi el 2%, hasta 18.948 millones.
Tras restar unos gastos de explotación de 8.644 millones, que crecieron el 11%, el margen de explotación, el que mejor refleja la actividad bancaria, retrocedió el 4,7% y quedó en 5.657 millones de euros.
La evolución de la prima de riesgo
En opinión de Villasante, la desconfianza de los mercados mayoristas refleja "no sólo las dudas sobre cada país", dijo, sino también "sobre la propia Unión Europea (UE)", con una fuerte volatilidad que incentiva el nerviosismo y eleva la prima de riesgo, que en el caso español está "muy alta" y que no se suavizará hasta que los socios comunitarios alcancen acuerdos de calado que den estabilidad a la zona euro.
Villasante se ha mostrado de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en que el elevado riesgo soberano de algunos países del euro "está retrasando la recuperación económica global" y elevando el riesgo de contagio existente para los países más débiles.