Empresas y finanzas

Ono abandona la idea de salir a bolsa este año por la crisis de los mercados

Ono tiene claro que la actual situación económica ha echado por tierra cualquier intención de salir a bolsa a lo largo de este año. Las optimistas previsiones realizadas en la primavera de 2010, siempre con sus correspondientes salvaguardas, han quedado en papel mojado ante la inestabilidad de los mercados.

Según fuentes cercanas a la compañía, los planes estimados el año pasado no suponen ataduras ni compromisos de futuro, puesto que en su momento se comunicaron con la necesaria "cautela y responsabilidad".

Rosalía Portela, consejera delegada de Ono, aseguró en abril de 2010, en un encuentro informal con un grupo de periodistas, que el operador de cable podría irrumpir en el parqué durante 2011. Ahora bien, condicionó ese movimiento a dos circunstancias: que la compañía fuera capaz de "convencer a su entorno sobre la fiabilidad de su negocio" y que las bolsas "empezaran a animarse". Lo primero lo ha satisfecho Ono con relativa suficiencia, a decir de los resultados y reestructuración de la deuda, pero lo segundo está muy lejos de enderezarse.

El sector atraviesa horas bajas

El sector atraviesa horas bajas. Las doce mayores compañías de telecomunicaciones europeas por capitalización bursátil han caído una media del 4% durante los tres últimos meses del año, mientras que los principales índices bursátiles más relevantes no han corrido mejor suerte. En el top ten de las telecos europeas, sólo Deutsche Telekom (DTE.XE) y British Telecom han saldado los tres últimos meses con crecimientos acumulados en sus títulos del 8,1 y 11,6 por ciento, respectivamente. Las ocho compañías restantes sufrieron desplomes desde el pasado abril: Vodafone (VOD.LO) cedió el -4,2%; Telefónica el -5%; France Télécom el -3,2%; Telia Sonera, el -10,2%; Telenor, -3,1%; Telecom Italia, -12,3%; Swiscomm, -0,7%.

La retirada a última hora de Atento, días antes de su estreno en el parqué, también abre los ojos a los gestores de una compañía de cable que ya intentó iniciar su aventura bursátil a principios de 2000, poco antes de la explosión de las empresas puntocom.

Asimismo, el accionariado de Ono está dominado por fondos estadounidenses de capital riesgo, y todos ellos verían con buenos ojos cualquier oportunidad interesante para desinvertir en la cablera. Ese comportamiento forma parte esencial de su modelo de negocio, por lo que a nadie le resulta extraño que así ocurriera algún día. Pero ese momento está todavía muy lejos de hacerse realidad.

Doble trabajo de Castellano

Tampoco ayudan los recientes movimientos en torno a José María Castellano, ahora al frente de Caixanovagalicia, responsabilidad que inicialmente compatibilizará con su actual cargo de primer ejecutivo en Ono. Los inversores de una futura firma cotizada podrían cuestionar la estabilidad de una firma cuyo presidente ejerce funciones ejecutivas en dos compañías diferentes. En ese sentido, Castellano recalcó el pasado miércoles, a través de un comunicado interno dirigido a toda la plantilla, que "mantendría su posición y compromiso al frente de Ono", además de continuar "como presidente liderando el día a día de nuestro proyecto".

Pese a ello, fuentes del sector consideran que los nuevos retos de Caixanovagalicia pueden demandar dedicación exclusiva a Castellano, lo que traería consigo la delegación de funciones en el actual número dos de la compañía: Rosalía Portela.

Por otra parte, mientras se sofocan las incertidumbres y los mercados se preparan para ofrecer signos de recuperación, Ono perseverará en seguir haciendo su trabajo de la mejor forma posible, apuntan fuentes conocedoras de la empresas. Así, y a pesar del difícil entorno económico y competitivo, Ono prevé mejorar sus principales magnitudes y consolidar el crecimiento ya apuntado en los últimos trimestres.

El suspiro aliviado de ONO

Ono respiró de alivio el año pasado tras culminar exitosamente la refinanciación de 3.500 millones de euros, en una operación en la que intervinieron 75 entidades financieras. Después puso en marcha una emisión de bonos a diez años, por importe de 460 millones. Tras esas operaciones, la compañía de telecomunicaciones inició una nueva etapa con la vista puesta en el horizonte de tres años. En ese escenario, Ono confía en reforzarse en su papel de principal alternativa a Telefónica para servicios de telecomunicaciones en España. Entre otros logros, Ono ha resucitado su negocio de móvil virtual, con ofertas convergentes para sus clientes.

También se ha convertido en el principal proveedor e accesos de 50 megas y ahora afronta el concurso de espectro radioeléctrico con la intención de ganar nuevas licencias con las que complementar sus actuales ofertas, especialmente en las bandas de 2,6 GHz. Por todo lo anterior, Ono afronta el futuro con el objetivo de ganar cuota de mercado, lo que siempre ayudará en su próxima salida a bolsa, ahora sin fechas en el horizonte.

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