La Caixa finaliza mañana la venta de obligaciones subordinadas necesariamente convertibles en acciones de CaixaBank. El importe de la operación es de 1.500 millones de euros y con ella la entidad prevé ampliar sustancialmente la base accionarial de la actual Criteria, pasando de 350.000 accionistas a 700.000.
La inversión mínima por partícipe será de 500 euros (cinco obligaciones) y el tope máximo se ha establecido en 100.000 euros (1.000 obligaciones).
Las obligaciones tendrán una remuneración fija anual del 7% sobre el nominal. Los cupones se pagarán trimestralmente, con vencimientos a 30 de septiembre, diciembre, marzo y junio. Los inversores minoristas interesados en adquirir obligaciones tienen hasta mañana para realizar sus peticiones.
Demanda elevada
Por el momento, la demanda en la red de oficinas de La Caixa ha sido alta y es muy probable que las peticiones de compra superen los 1.500 millones comercializados, por lo que será necesario realizar un prorrateo que se realizará entre el 6 y el 9 de junio. La adjudicación será lineal y proporcional y el 10 de junio se ejecutará el desembolso.
Cada obligación tendrá un valor nominal de 100 euros y deberá canjearse por acciones de CaixaBank en un plazo de 18 meses para la mitad de las obligaciones y de 30 meses para el resto.
El precio de conversión de las acciones será el mayor de los siguientes supuestos: 5,10 euros por título, o el 105 por ciento de la media de los precios medios ponderados de las acciones de Criteria durante los 10 días bursátiles hábiles del periodo de suscripción.
Con la emisión de obligaciones convertibles en acciones de CaixaBank por 1.500 millones de euros, el nuevo banco instrumental del grupo La Caixa podrá reforzar su solvencia y nacer con un capital principal (core capital) del 11%.
Tanto el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, como el director general, Juan María Nin, han destacado que se trata de una "excelente oportunidad" de ser accionistas de CaixaBank.
Convertibles: La Caixa quiere 1 millón de accionistas