Eroski ha cerrado la venta de sus siete hipermercados en Madrid al grupo Leclerc, después de varios meses de negociación, tal y como adelantó en enero elEconomista. El importe de la operación no ha trascendido, pero son en total cerca de 40.000 metros cuadrados de superficie comercial. La decisión no supone la retirada de Eroski de la zona centro, ya que mantendrá 143 supermercados y una plantilla en Madrid de 3.000 personas.
Forzada a reducir deuda tras haber llegado a un acuerdo de refinanciación con la banca, y después del cierre del centro comercial M-40 en Leganés, la compañía de distribución vasca ahora el traspaso a la francesa Leclerc de las siete grandes superficies que todavía le quedan en la región. Se trata de los centros de Majadahonda, Valdemoro, Fuenlabrada, Vallecas, Alcobendas, Carabanchel y Pinto.
Leclerc, que cuenta tan sólo con un hipermercado en la Comunidad de Madrid, ubicado en la localidad de Aranjuez, - tiene otros ocho en España, aunque de menor tamaño que los de Eroski -, duplicará con creces su red. De carácter cooperativo, al igual que la empresa vasca, factura a nivel mundial más de 35.100 millones de euros, emplea a 90.000 personas y tiene 630 establecimientos.
Con 112 tiendas en el exterior, mantiene una fuerte apuesta por la internacionalización, que ha iniciado con el desembarco en España, Portugal, Italia, Polonia y Eslovenia, entre otros países. Llama la atención sin embargo su especial apuesta por España, uno de los mercados más castigados de toda Europa por la crisis económica y la caída del consumo, que ha llevado a las grandes empresas de distribución a estrechar al máximo sus márgenes para poder mantener la cuota de mercado.