ROMA (Reuters) - Una nueva y poco convencional estatua del fallecido Papa Juan Pablo II, una figura gigante con un interior abierto y hueco, ha generado duras críticas por parte de expertos y del diario del Vaticano.
La inauguración de la imponente figura de bronce, realizada por Oliviero Rainaldi, en el exterior de la principal estación ferroviaria de la capital italiana debía marcar el final de las celebraciones por la beatificación de Juan Pablo II, un paso que lo acerca a la santidad.
La figura es una representación del Papa abriendo su capa con un brazo en señal de bienvenida.
Sin embargo, la figura de cuatro metros de alto ha provocado consternación e iracundas reacciones por parte de diarios y críticos de arte, que han afirmado que no logra capturar la esencia del hombre.
"El rostro sólo tiene un leve parecido con el Papa. Y, en conjunto, el resultado no parece lo suficientemente bueno", dijo el diario oficial del Vaticano, Osservatore Romano, que lo comparó con una carpa o una garita militar.
El crítico de arte Achille Bonito Oliva explicó al diario La Repubblica que los angulosos bordes de la escultura le dejaron perplejo y que no reflejan el carácter gentil y preocupado de Juan Pablo II. Pero agregó que "nos acostumbraremos con el paso del tiempo".
Rainaldi explicó que no intentó que la escultura se pareciera exactamente al fallecido pontífice, pero que deseaba capturar su naturaleza receptiva. El artista explicó al diario Il Messaggero que retrató a Juan Pablo II en la forma que él lo recordaba.
Juan Pablo II murió en 2005 y su camino hacia la santidad ha sido acelerado gracias a su sucesor Benedicto XVI. A comienzos de mes, su ceremonia de beatificación atrajo a la mayor multitud reunida en Roma desde su funeral.