MADRID (Reuters) - Miles de personas desafiaron el miércoles la prohibición de la Junta Electoral de Madrid de la concentración ciudadana convocada en la céntrica Puerta del Sol, en una protesta por la situación política y económica del país que entra en su cuarto día de movilizaciones.
Miles de españoles hartos de los altos niveles de paro y de la situación política han salido a las calles de numerosas ciudades del país en los últimos días, robando el protagonismo a los tradicionales actos de campaña de cara a las elecciones municipales y autonómicas del domingo.
El movimiento, coordinado a través de las redes sociales y Twitter y que ha convertido en un símbolo una acampada en la céntrica Puerta del Sol de Madrid, supone toda una novedad en España, donde apenas se habían registrado protestas pese a tener el nivel de desempleo más alto de la Unión Europea, la economía estancada y los recortes de gastos aprobados por el Gobierno.
"La Junta Electoral de Madrid y Granada prohíben las concentraciones. No han entendido nada", dijo el Twitter de Democracia Real Ya, una de las organizaciones convocantes, confirmando la noticia.
La Junta Electoral estimó que no hay acontecimientos extraordinarios que justifiquen la urgencia de la convocatoria, por lo que denegó la autorización para manifestarse, explicó un portavoz de la Delegación leyendo una resolución del organismo que regula la actividad política en época electoral.
Desde la tarde, miles de personas volvieron a concentrarse de forma pacífica en la plaza en pleno corazón de Madrid, que fue rodeada por vehículos y efectivos de la Policía Nacional y Municipal, que por el momento no intervinieron.
"No tenemos miedo, llevamos días diciendo que no nos vamos", dijo uno de los miembros del movimiento en declaraciones recogidas por la Cadena Ser durante una asamblea en Sol tras conocer la prohibición.
La mayoría de los manifestantes son jóvenes, de lo que el Fondo Monetario Internacional ha llamado la potencial "generación perdida" de España dadas las cifras de desempleo juvenil de alrededor del 45 por ciento.
"Exigimos una política que se preocupe por la vida y no por los intereses políticos y económicos", dijo un portavoz de uno de los movimientos de protesta, tomalaplaza.net, rodeado por gente que pasó la noche acampada bajo toldos en la Puerta del Sol. El portavoz, de veintitantos años, no quiso dar su nombre.
Miles de manifestantes participaron en una multitudinaria marcha el domingo, cuando decenas de ellos decidieron quedarse acampados y fueron desalojados por la policía el martes por la mañana. Una convocatoria nueva volvió a abarrotar la céntrica plaza el martes por la noche y unos 200 pasaron allí la noche, recogiendo las lonas y limpiando la zona el miércoles por la mañana.
Los manifestantes, conocidos en la prensa como el movimiento del 15-M por las manifestaciones convocadas el pasado domingo o como los "indignados", han colocado una pancarta que bautiza la plaza como "Puerta de Solución" y la han cubierto con carteles que exigen "Democracia Real YA" y "No les votes". Ambos eslóganes responden a iniciativas surgidas en las redes sociales y que han aglutinado a gente de todo tipo con sensaciones comunes sobre la situación del país.
Los participantes en las protestas - que también se han congregado en plazas en decenas de ciudades españolas más - instan a no votar a ninguno de los grandes partidos - ni al PSOE en el poder ni al Partido Popular de centroderecha - en las elecciones a 8.116 municipios y 13 autonomías del domingo.
Políticos de ambos partidos han sido implicados en escándalos de corrupción en sus tradicionales bastiones.
Pero los votantes de fuera de Cataluña y el País Vasco - que tienen partidos regionales fuertes - tienen pocas alternativas para cambiar el bipartidismo que ha controlado la política nacional desde que la reinstauración de la democracia en España.
Partidos nacionales más pequeños como Izquierda Unida - a la que también han salpicado acusaciones de corrupción - ven su representación minimizada por el sistema electoral español, que favorece a los grandes partidos nacionales y a las formaciones regionales fuertes.
PODRÍA PERJUDICAR A LOS SOCIALISTAS
La abstención o el voto a los partidos más pequeños podría perjudicar a los socialistas, que según las encuestas perderán algunas ciudades y autonomías que llevan décadas gobernando.
Se prevé que el PP, en la oposición en el gobierno central desde hace siete años, logre importantes victorias el domingo, lo que posiblemente presagiará un regreso al poder en las elecciones generales previstas para marzo del año que viene.
Las protestas reflejan el estado de ánimo de jóvenes españoles, muchos de los cuales no pueden avanzar con sus vidas por carecer de trabajo o tener empleos precarios, y frases relativas a las protestas - #nonosvamos, #yeswecamp y #acamapadasol - ocupan tres de los principales 'trending topics' de Twitter para España.
"Se sienten extraños en su propio país, existe la idea de que la juventud es la cosa más importante en un país, que deberían estar proporcionando las ideas de vanguardia, deberían sentir que son el futuro", dijo David Bach, un especialista en estrategia y economía en la escuela de negocios IE de Madrid.
Los recortes de gastos realizados por el Gobierno para evitar una crisis fiscal que podría desencadenar un cuarto rescate para la zona euro han empeorado la resaca de la explosión de la burbuja inmobiliaria.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha visto cómo su popularidad se ha ido hundiendo a medida que la economía española trata de recuperarse de la recesión. El crecimiento no llega a los niveles de Europa y no es lo suficientemente fuerte como para generar empleo.
Pero las protestas sindicales contra la situación laboral del país han sido limitadas.
El nuevo movimiento, aunque pequeño en comparación con los enormes actos de campaña de los grandes partidos en los últimos días, ha obligado a los líderes políticos a reaccionar.
"Los partidos evidentemente no acertamos siempre (...) todos nos equivocamos pero creo que esta época última ha sido especialmente negativa para los intereses de los españoles", dijo el líder del PP, Mariano Rajoy, en una entrevista a la Cadena Ser, cuando fue preguntado sobre las protestas, que dijo entender.
"Primero (Zapatero) no vio la crisis, luego equivocó las medidas, luego gastó lo que no tenía y nos ha puesto en una situación muy difícil", añadió.
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