Empresas y finanzas

Borrador auditoría y SICAV tranquilizó jefes CNMV 2 años antes intervención

Madrid, 6 nov (EFECOM).- Un borrador de una auditoría de Deloitte "sin salvedades" y la constitución de una Sicav en Luxemburgo "tranquilizó" a los consejeros de la CNMV Pilar Valiente y Luis Ramallo sobre el destino de los fondos de los clientes en junio de 1999, dos años antes de que se interviniese la agencia de valores.

En su declaración como testigos durante la vigésimo primera sesión oral del juicio de Gescartera, tanto la ex presidenta de la CNMV como el ex vicepresidente del organismo regulador reconocieron que no se contrastó si la auditoría no hacía referencia a los saldos de los clientes ni que la Sociedad de Inversión en Capital Variable, sólo llegó a tener 1,5 de los 24,04 millones de euros previstos.

También, a diferencia de lo expuesto por el consejero Juan Antonio Barberán, ambos indicaron que no se estudió la intervención de Gescartera en un consejo extraordinario, convocado en la mañana del 16 de abril de 1999, y coincidieron "no había trabajos suficientes" para afirmar que había un desfase patrimonial de 4.518.021.418 pesetas (27,15 millones de euros), tal y como mantenía el director de supervisión, David Vives, muy criticado hoy por Ramallo.

En esta reunión, según fuentes jurídicas, los consejeros Pilar Valiente -posteriormente presidenta del organismo-, Luis Ramallo y José María Roldán se postularon en contra de las medidas de intervención, mientras que el presidente Juan Fernández Armesto y Juan Antonio Barberán -consejero de supervisión- se manifestaron a favor.

Tanto Ramallo como Valiente indicaron que el subgobernador del Banco de España, Miguel Martín, planteó la necesidad de unas condiciones para intervenir mientras que el asesor jurídico, Antonio Alonso Ureba, expuso las responsabilidades que tendría el privar a Gescartera del dinero de los clientes de Gescartera.

Por eso, al final, se adoptaron medidas cautelares y se amplió el expediente sancionador a Gescartera, que concluyó en julio de 2000, con una sanción grave por "contabilidad irregular" y "obstrucción" a la investigación de la CNMV, pero con el archivo de las pesquisas abiertas por una gestión indebida de los fondos y valores de los clientes.

Los apoderados de Gescartera logran engañar a la CNMV con tres cheques de la sociedad Hari 2000 SL, depositados en La Caixa, por 3.929 millones de pesetas (23,61 millones de euros), haciendo creer que existían estos fondos pero, en junio de 2001, cuando Valiente llevaba ya cinco meses como presidenta, descubren que no existen fondos.

Al comprobar que el coeficiente de liquidez estaba por encima de lo normal (7.000 millones de pesetas), se cotejaron los recibos presentados por Gescartera de sus cuentas en Caja Madrid (menos de 1.000 millones en valores); otro de La Caixa, por unos 4.000 millones, y otro del Banco Santander, por más de 2.600 millones de pesetas, y de descubren como falsos el de las dos últimas entidades.

Aparte de la intervención de Gescartera, las preguntas de las acusaciones se centraron en saber las relaciones de Valiente y Ramallo con el principal imputado del juicio, Antonio Camacho, y la presidenta de la agencia de valores, Pilar Giménez Reyna, a través del ex secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna.

Valiente reconoció que se reunión dos veces -tuvo dos almuerzos- con responsables de Gescartera, al igual que hizo con otras entidades de servicios de inversión (ESI), pero no dio trato de favor a Gescartera en los expedientes, pues se encargaba de mercados primarios no de supervisión, ni tampoco transmitió información su "compañero" Enrique Giménez Reyna, también inspector de Hacienda.

Pilar Valiente añadió que las anotaciones en la agenda de Pilar Giménez Reyna, de las que se podía deducir ciertas filtraciones de información de la CNMV -según las acusaciones- son "tan absurdas como falsas".

Por su parte, Luis Ramallo afirmó que no recibió "ni una peseta (ahora euro)" de Gescartera, que "nunca" tuvo ningún negocio con Antonio Camacho, ni recibió cheques de Gescartera, aunque sí dijo que, a partir de diciembre de 2000, tres meses después de su salida de la CNMV, hizo como notario "poderes y legitimaciones" para la agencia de valores, cuya minuta no ha cobrado en su totalidad.

Asimismo dijo haber coincidido dos veces con Antonio Camacho, quien se ofreció al ex vicepresidente de la CNMV para hacer unos "encargos" -"no regalos"- como "pañuelos, pendientes y relojería" como obsequio a las personas con las que trabajaba en el organismo regulador.

Para poder contar con unos descuentos del 40 ó 50 por ciento, Camacho le facilitó varios artículos de lujo a Ramallo y, a cambio, el ex diputado del PP decidió pagarle con un cuadro del pintor José Vega Osorio, valorado en más de dos millones de pesetas, hechos investigados por el Juzgado de Instrucción número 17 de Madrid, que archivó el caso. EFECOM

dsp/jma

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky