Lloyd Blankfein, actual capitán de Goldman Sachs, tendría que haber abandonado su puesto como consejero delegado de Goldman hace meses. Su figura ha sido vapuleada públicamente tras el azote de la crisis subprime y, sobre todo, tras los escándalos de fraude vertidos sobre uno de los bancos más prestigiosos de la historia de EEUU.
Pero ahora, sin embargo, una posible demanda criminal por parte del Departamento de Justicia dejaría sin escapatoria al máximo ejecutivo de la compañía.
Al menos eso piensa Richard Bove, de Rochdale Securities, quien ayer rebajó su recomendación sobre Goldman, desde comprar hasta mantener por las posibles trabas judiciales que se avecinan.
En declaraciones al New York Post, el analista bancario de referencia en Wall Street era muy claro. "Si el Departamento de Justicia actúa siguiendo las recomendaciones del Congreso, no hay ninguna posibilidad de que Blankfein pueda conservar su puesto. Tendrá que marcharse", explicó.
De momento, en los mentideros del sector se especula con que Blankfein ya ha expresado en muchas ocasiones su intención de mantenerse al frente de Goldman por lo menos dos años más antes de retirarse. Precisamente, en la última Junta de Accionistas, el consejero delegado del banco contestó humorísticamente a la octogenaria activista financiera Evelyn Davis con un "por qué voy a querer irme y dejar todo esto", cuando fue presionado para que dimitiera.
Sin embargo, es cierto que, de media, los consejeros delegados de Goldman han permanecido al mando cinco años. Y Blankfein cumplirá dicho aniversario el próximo 31 de mayo. Además, no debemos olvidar que durante buena parte de su mandato, las relaciones públicas de la compañía han dejado mucho que desear y es difícil que un ejecutivo de su calibre pueda ser inmune a una posible investigación.
No debemos olvidar que Goldman pagó 550 millones de dólares el año pasado para cerrar el caso relacionado con su fondo Abacus, tras los cargos de fraude presentados por la Comisión de Mercados y Valores (SEC, por sus siglas en inglés). Desde entonces, se le ha conocido como "el gran calamar vampírico enrollado en la cara de la humanidad", una cita empleada por Matt Taibbi, en 2009 en uno de sus artículos para la Rolling Stone.
Tras los acontecimientos, Goldman lanzó una campaña de publicidad para intentar lavar su imagen pero no consiguió su objetivo de convencer a los ciudadanos de que sus intenciones son honestas.
En medio de este desaguisado comienzan a aflorar los temores sobre una investigación criminal encabezada por el Departamento de Justicia. Al fin y al cabo, el senador demócrata Carl Levin, presidente del Subcomité Permanente de Investigaciones de la Cámara Alta, y su equipo señalaron en su informe sobre el colapso de las hipotecas tóxicas y la posterior crisis financiera que Goldman aparecía en innumerables ocasiones como posible causa de los acontecimientos que hicieron tambalear al capitalismo.
Según una encuesta llevada a cabo por Bloomberg News, el 54 por ciento de los analistas y expertos financieros tiene un concepto desfavorable de Goldman Sachs.
¿Compramos o vendemos Goldman?
Aún así, muchos piensan que ésta es una oportunidad de oro para comprar acciones en uno de los bancos de inversión más rentables del mundo.
Pese a la rebaja de Bove y Standard & Poor´s desde "comprar" a "mantener", todavía siete analistas de los 18 que cubren Goldman mantienen su recomendación de compra, nueve apuestan por mantener y sólo dos aseguran que hay que vender.
Tras el batacazo del jueves y cerrando la semana de capa caída, las acciones del banco se cambian alrededor de 141 dólares, un nivel no visto desde por lo menos agosto del año pasado. No debemos olvidar que hasta comienzos de abril sus títulos se cambiaban a 160 dólares.
Para los alcistas sobre este valor, Goldman ya ha demostrado que puede lidiar con esta clase de asuntos legales espinosos y, como mucho, habría cierta incertidumbre a medio plazo, algo que seguirá representando una oportunidad para compra acciones del banco a precio de saldo.
Steve Shafer, director de inversiones de Covenant Investors, declaraba a la agencia Reuters que esta es "una excelente oportunidad de compra a precios atractivos". Desde su punto de vista, Goldman debe considerarse una inversión a largo plazo.
El banco podría ser objetivo del Gobierno
