
Los ocho nietos y herederos de Louis Renault, fundador de la constructora francesa de automóviles, han rechazado ante la justicia la legalidad de la nacionalización de la compañía en 1945, según ha indicado este jueves su abogado confirmando una información del diario Le Monde.
"La ordenaza de confiscación de bienes es contraria a los principios fundamentales del derecho de propiedad", incluido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, según ha afirmado el abogado Thierry Levy.
Bajo el título "Renault: una familia contra el Estado", el diario Le Monde explica que los ocho nietos del industrial Louis Renault, cuyo papel durante la Segunda Guerra Mundial sigue siendo controvertido, recurrieron a un instrumento judicial reciente en Francia para presentarse ante la justicia.
Desde marzo de 2010 está en vigor la denominada Pregunta Prioritaria de Constitucionalidad (QPC, en francés) que permite rechazar ante un tribunal una disposición legislativa.
Los nietos y herederos de Renault rechazan la legalidad de la ordenanza de nacionalización de la empresa del 16 de enero de 1945 porque vulnera varios principios constitucionales, entre éstos el derecho de propiedad, la presunción de inocencia, la individualización (o personalidad) de la pena y el derecho de defensa.
En 1940 Renault quedó bajo control de la ocupación nazi y fabricó material para la Wehrmacht, el ejército alemán, razón por la cual fue acusado de colaboración tras la Liberación en 1945.
Fue el único constructor francés de automóviles sancionado con una nacionalización, a diferencia de Citroen, Panhard y Peugeot.
Louis Renault fue detenido en septiembre de 1944 y encarcelado bajo la acusación de colaboración con el enemigo. Enfermo, el industrial murió el 24 de octubre de 1944 sin haber sido juzgado, recuerda Le Monde.
Un mes después, el gobierno francés, reunido en presencia del general Charles de Gaulle, aprobaba la ordenaza de nacionalización que tenía rigor de ley y por lo tanto no podía ser puesta en tela de juicio.