
Tras la nueva advertencia de ayer de Ministerio de Fomento de que los presupuestos para infraestructuras no volverá a ser el mismo, las constructoras han respondido hoy anunciando que el recorte de inversión tendrá un impacto en su negocio de 45.000 millones de euros, con "importantes efectos negativos".
Las empresas constructoras verán reducidos sus ingresos previstos para el periodo 2010-2014 en unos 45.000 millones de euros, un "ajuste importante", debido a la menor inversión pública en infraestructuras.
Efectos negativos
Así lo indicó el presidente de la patronal, David Taguas, quien advirtió de que el plan de consolidación fiscal está "excesivamente soportado" por un descenso del gasto productivo lo que, según advirtió, "implica importantes efectos negativos".
Para empezar, indicó que tendrá un impacto sobre el empleo, que se reducirá un 1,8% en dos años, aunque la mayor parte ya ha tenido lugar. También habrá una caída de los salarios reales del 1% que ya no se recuperará.
Además, entre estos impactos adversos figura "la disminución de las probabilidades de éxito del propio plan de consolidación fiscal", que el ex director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno calificó de "imprescindible".
Asimismo, avisó de que el descenso de la inversión productiva puede también tener "efectos negativos en la productividad y en el potencial de crecimiento de la economía", explicó. En concreto, Taguas aseguró que supondrá una "pérdida de bienestar social para los ciudadanos equivalente a una reducción del 1,5% en el consumo privado de forma permanente".
¿Cuánto durará?
Además, el presidente de Seopan calcula que la menor inversión en obra pública restará un punto al PIB en cinco años, reducirá en un 1% los salarios reales y disminuirá en un 1,82% el empleo en dos años.
"La incógnita actualmente es si esta reducción durará cinco años o seguirá más allá", se preguntó el presidente de la patronal de grandes constructoras durante su intervención en las jornadas de infraestructuras.