
El Gobierno chino ha impuesto una multa de 2 millones de yuanes (unos 308.000 dólares) a la multinacional por perjudicar a los esfuerzos del país de contener la inflación después de comunicar a diversos medios locales y a la agencia estatal Xinhua que planeaba subir los precios de algunos de sus productos.
Como consecuencia, se desató "la compra desenfrenada de bienes de consumo en varias ciudades del país asiático", indica el comunicado dado a conocer en la página web oficial de la de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC, por sus siglas en inglés).
Según informan fuentes gubernamentales, Unilever fue sancionada por difundir este tipo de información y por "perturbar el orden del mercado".
Lucha contra la inflación
Tras conocer el dictamen de las autoridades chinas, Unilever manifestó que aceptaba la decisión de las autoridades y que aplazaba las subidas, que en un principio estaban programadas para el pasado 1 de abril.
"Somos una compañía con un compromiso a largo plazo con China, por lo que somos sensibles al entorno", ha afirmado en un comunicado en el que informa que hoy se ha cerrado la investigación oficial.
Los reguladores chinos han instado a las compañías a no encarecer sus artículos o, en su caso, a fijar unos límites para dichos incrementos, especialmente a aquellas que comercializan artículos de consumo. En este sentido, algunos expertos consideran que la multa ejemplar impuesta por Pekín a Unilever pretende ser un toque de atención al resto de empresas para que respeten las peticiones del gobierno.
La escalada de la inflación es el mayor caballo de batalla del gobierno chino y ha puesto en marcha todo tipo de medidas para combatir el repunte de los precios, que en marzo alcanzaron el 5,4%, su máximo nivel en 32 meses.