
La caja vizcaína ha manifestado su "total desacuerdo" con la resolución del Consejo de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), que este lunes le impuso, junto con Vital, Kutxa y CAN, una sanción que les obliga a pagar 24 millones de euros por mantener un pacto de no competencia durante 15 años.
En un comunicado, la entidad afirma que "no ha participado en ningún cártel ni con Kutxa, Vital y CAN ni con ninguna otra entidad" y considera "intolerable" que se haya utilizado el término "sin base jurídica" ya que "no se corresponde con la actuación de la entidad". Además, asegura que la medida "no se ajusta a derecho comunitario" y ha anunciado que la recurrirá y pedirá su suspensión cautelar.
Asimismo, explica que no ha suscrito ningún acuerdo que "implique reparto de mercado geográfico, ni que restrinja o impida la libre competencia". La entidad explicó que su estrategia de expansión, impulsada principalmente en los últimos cuatro años, se ha basado en "estrictos criterios económicos" de crecimiento de mercado, "avalados por consultores ajenos a la propia entidad y que fueron presentados, en su día, a la Comisión".
Perjuicio a clientes
BBK también considera "inaceptable" el criterio de "perjuicio" a los consumidores, teniendo en cuenta "la altísima" concentración de entidades financieras existente en la Comunidad Autónoma del País Vasco. "Ninguno de estos argumentos y alegaciones ha sido considerado por la Comisión en su resolución y han optado por la vía, más cómoda, de una multa ejemplarizante, sin base jurídica suficiente", añadió.
Por último, indicó que la colaboración con las otras cajas de ahorros, en el seno de la Federación Vasco-navarra de Cajas de Ahorros y la CECA, siempre se ha mantenido dentro de los "parámetros admitidos como lícitos" por el derecho de competencia comunitario.