Barcelona, 22 oct (EFECOM).- La circulación de vehículos por el interior de Barcelona se ha incrementado esta mañana en un 10 por ciento debido a la mayor utilización de la red viaria como consecuencia del corte de dos líneas de Cercanías y una de Ferrocarrils de la Generalitat, según fuentes municipales.
Este dato confirma que una parte de los usuarios habituales de Renfe afectados por las restricciones ferroviarias ha optado por utilizar vehículos propios para desplazarse en el primer día laborable en el que entra en vigor el plan alternativo de transporte diseñado por las administraciones tras decidir cortar estas vías férreas debido a los problemas que ocasionan las obras de la llegada del AVE a Barcelona.
El plan se basa en la puesta en marcha de un servicio alternativo de más de doscientos autobuses y autocares que transportan a los casi cien mil viajeros de Cercanías en los tramos que no están operativos de la C-2, la línea del Garraf, y la C-10, que enlaza Barcelona con el aeropuerto.
El Ayuntamiento de Barcelona realizará a media mañana una evaluación más concreta de las primeras horas de funcionamiento del nuevo operativo de movilidad, que deberá estar en marcha al menos durante una semana.
Por otra parte, las carreteras que conectan El Garraf y el Baix Llobregat con la ciudad de Barcelona, como las C-31 y C-32, así como la C-58, que enlaza con el Vallès, han concentrado las principales congestiones desde primera hora de hoy con colas de varios kilómetros por el incremento de vehículos como consecuencia del corte de dos líneas de Cercanías y una de Ferrocarrils.
Desde poco después de las 07.00 y coincidiendo con la hora punta de entrada en Barcelona, la C-32 registra retenciones a la altura de Esplugues de Llobregat, en sentido a Barcelona, y la C-31, a su paso por El Prat de Llobregat.
Un accidente en la C-32 a la altura de El Vendrell (Tarragona) complica también el tráfico porque ha obligado a cortar un carril hacia Barcelona durante medio kilómetro.
La C-58, que enlaza las poblaciones del Vallès con Barcelona, registra también colas de algo más de seis kilómetros a la entrada a la ciudad, así como en Montcada i Reixac, de 5 kilómetros, y en Badia del Vallès, otros ocho kilómetros.
Las rondas también circulan con especiales dificultades a la altura del Nudo del Llobregat y del Nudo de la Trinitat. EFECOM
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