Empresas y finanzas

Jugueteros europeos y chinos esperan que caso Mattel no estropee la Navidad

José Álvarez Díaz

Shanghai, 19 oct (EFECOM).- Un mes después de que se solucionase el caso de Mattel, que tuvo que retirar 21 millones de juguetes fabricados en China por problemas de calidad, tanto los jugueteros europeos como los propios fabricantes chinos no esperan cambios de actitud de compra en sus mercados de cara a la próxima Navidad.

Apenas cuatro semanas después de que la Administración General de Inspección de Seguridad y Cuarentena de China (AQSIQ, en inglés) prometiera que todos los juguetes chinos exportados a Occidente para esa fecha serán seguros, se está celebrando en el este del país la feria sectorial Shanghai Toy Expo, con 846 pabellones de 19 países.

Ante el tipo de problemas que vivió Mattel en China, donde sus socios locales infringieron los estándares de la multinacional, "hay que ser muy cuidadosos, no se puede afirmar a la ligera que eso ocurre porque el juguete es producido en uno u otro país", dijo a Efe Kristjan Otsa, director de ventas internacionales de Playmobil.

Para el responsable de la juguetera alemana, que produce en Europa y está iniciando su acercamiento para vender al mercado chino, el problema de Mattel le puede ocurrir al más serio de los fabricantes.

"Definitivamente, produciendo como se hace durante años las grandes cantidades de juguetes que se fabrican, algo puede pasar en algún punto de la cadena de producción en algún momento, y la clave está en descubrirlo a tiempo y reaccionar de la manera correcta", afirmó.

De cara a las fiestas navideñas, opinó, "no esperamos una explosión de ventas porque todo el mundo ahora sólo vaya a comprar juguetes europeos, no pensamos que vaya a ocurrir eso", ya que en el asunto de Mattel "todas los empresas que estaban involucradas en el problema han reaccionado de manera muy rápida y eficiente".

De la misma opinión es Frits Passet, director internacional de Hornby, la firma británica que produce los famosos circuitos de Scalextric, y que tiene parte de su producción en China y vende en el país desde 2002.

"No creo que (el caso de Mattel) influya realmente en los gastos del consumidor en juguetes estas navidades", señaló.

"Pienso que si el consumidor compra en una juguetería, no está mirando el empaquetado para ver de qué país viene todo: busca buenos productos para sus hijos, y en eso es en lo que basa sus decisiones", dijo Passet.

"China está haciendo productos muy buenos, y lo ha demostrado durante los últimos 15 años", aseguró. "Lo que ocurrió a Mattel es muy triste, y sólo podemos aprender de ello, debemos asegurarnos de que todos nuestros procedimientos se están llevando a cabo bien".

Por su parte, los fabricantes chinos consultados por Efe tampoco esperan grandes cambios en los mercados occidentales en diciembre.

"Para poder vender a mis clientes en España, Francia e Inglaterra, me exigen que cumpla con la normativa europea PN-EN71 de seguridad en los juguetes", en vigor en España desde 1999, dijo Lin Chen, de la firma cantonesa Yutai Universe Toys, en la ciudad costera de Shantou, una de los mayores enclaves jugueteros del país.

"A veces la gente piensa demasiado fácilmente que la calidad de los productos chinos no es buena, pero la realidad es que mejoramos constantemente y alcanzaremos la mayor calidad en el futuro", añadió Lin, cuya firma hace espadas piratas, escudos, pistolas, muñecas y artículos de cocina de plástico, que llegarán a España esta Navidad.

"En cualquier caso", aseguró, "el hecho de que nos permiten exportar a Europa debería ser suficiente garantía para la gente".

Sin embargo, ya el año pasado la Unión Europea consideraba que uno de cada cuatro "importaciones problemáticas" eran juguetes, un 85 por ciento de los cuales proceden de China, casi todos de la provincia sureña de Cantón.

La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ, que este año no participó en la feria y optó por "otras acciones y mercados", según explicó a Efe) denuncia que los puertos europeos compiten entre sí por atraer el volumen de contenedores que llega desde China, y pocos se arriesgan a ejercer un control demasiado molesto.

Entretanto, Pekín endureció el 1 de junio pasado sus propias normas de seguridad para vender en su mercado, con una Certificación Obligatoria de China tanto para las empresas locales como para las extranjeras, confirmó a Efe Xu Shuyang, de la Asociación de Jugueteros de China.

Para la AEFJ, en realidad esto retrasa las ventas europeas a China, por lo que lo considera una "barrera no arancelaria a la exportación". EFECOM

jad/ltm

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