Madrid, 18 oct (EFECOM).- Las placas solares, como las 2.000 que ha intervenido la Guardia Civil a una organización que las vendía en Marruecos, tienen mucha más demanda que oferta y los fabricantes trabajan sobre pedido.
Desde que en 2004 el Gobierno decidió que, durante 25 años, la electricidad producida por instalaciones fotovoltáicas de menos de 100kw debería ser comprada obligatoriamente por la compañías eléctricas a un precio de 5,75 veces la tarifa media de la electricidad se han disparado las peticiones de autorización de los llamados "huertos solares".
Tanto es así que la demanda supone más que toda la producción mundial de placas: más de 2.000 megawatios por hora que abastecerían más de 20.000 huertos solares ocupando 10.000 hectáreas de terreno.
Si el precio de la electricidad es de 0,44 céntimos de euro el kilowatio, la producida en un huerto solar se pagará a 2,53 euros, una diferencia que no corre a cargo de las compañías eléctricas sino que se repercute al consumidor, dentro del porcentaje de incremento de la tarifa destinado a promocionar las energías renovables.
Para instalar un "huerto solar" además de tener las placas hay que tener permisos del Ayuntamiento, Consejería de Medio Ambiente y del ministerio de Industria.
Aunque el nombre de "huerto solar", un "hallazgo" de Acciona Solar que lo tiene registrado, evoca una instalación en cualquier finca lo cierto es que corresponden a las que hacen las grandes compañías, porque plantar uno aislado, con una capacidad de 100 kw hora es poco rentable.
El beneficio se iría en comprar las placas solares, a un precio aproximado de 800 euros cada una, y, sobre todo, en su mantenimiento y seguridad porque están en medio del campo y sin vigilancia, aunque lo cierto es que las que la organización desmantelada hoy por la Guardia Civil las robó en instalaciones medias que disponían de vallas de seguridad. EFECOM
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