Washington, 17 oct (EFECOM).- La economía estadounidense lidió en septiembre con un moderado aumento de precios y con un nuevo descenso en la industria de la construcción, que registró el nivel más bajo de obras nuevas en 14 años.
El Departamento de Trabajo informó hoy de que el índice de precios de consumo, que en agosto había bajado un 0,1 por ciento, subió en septiembre un 0,3 por ciento.
Detrás de la disminución del IPC en agosto y de su incremento en septiembre se encuentra, según los datos facilitados hoy, la volatilidad de los precios del petróleo.
En septiembre, los precios de los alimentos subieron un 0,5 por ciento, el mayor aumento desde junio, y los precios de la energía subieron, por primera vez desde mayo, un 0,3 por ciento.
El incremento del IPC en septiembre fue el mayor desde mayo, pero estuvo en línea con lo que esperaban los analistas.
La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, se mantuvo en el 0,2 por ciento por cuarto mes consecutivo.
En el conjunto del año, la inflación ha aumentado un 2,3 por ciento, en tanto que el núcleo del IPC o inflación subyacente ha subido un 2,1 por ciento en un año.
El dato de hoy tiene importancia peculiar para los más de 54 millones de personas que en EEUU reciben el cheque de jubilación del Seguro Social.
El IPC de septiembre completa el año fiscal y se usa para calcular el aumento que recibirán los pensionistas a partir de enero.
El año pasado el incremento fue del 3,3 por ciento y el aumento que verán los jubilados en sus cheques en enero, el 2,3 por ciento, es el más pequeño en cuatro años.
La Reserva Federal, que maneja la política monetaria para contener la inflación, considera que una inflación razonable y saludable en EEUU está entre el 1 y el 2 por ciento.
Mientras la inflación se mantenga moderada, la Reserva Federal tiene margen para aflojar su política monetaria.
De hecho, la autoridad monetaria podría aprobar otra disminución de las tasas de interés durante su reunión del 30 y 31 de octubre para aliviar el impacto de la recesión en el sector inmobiliario.
El Departamento de Comercio informó hoy de que el inicio de construcción de viviendas bajó por cuarto mes consecutivo en septiembre, esta vez un 10,2 por ciento, hasta un ritmo anual de 1,191 millones de unidades.
La mayoría de los analistas había calculado que el ritmo de construcción bajaría el mes pasado a alrededor de 1,28 millones de unidades en el año.
El nivel de comienzo de trabajos de construcción en casas registrado en septiembre ha sido el más bajo desde marzo de 1993, informó el gobierno.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijeron esta semana que la depresión que afecta al mercado inmobiliario continuará por varios meses, y representa el problema más serio para la economía de Estados Unidos.
En agosto, el inicio de construcción de viviendas permitía una proyección para todo el año de 1,37 millones de unidades.
El Departamento de Comercio informó asimismo de que el otorgamiento de permisos de construcción, que es un indicador de la actividad futura, bajó un 7,3 por ciento en septiembre y está en un ritmo anual de 1,226 millones de unidades.
La construcción de viviendas unifamiliares bajó en septiembre un 1,7 por ciento a un ritmo anual de 963.000 unidades, y el trabajo en las viviendas multifamiliares cayó un 34 por ciento a un ritmo anual de 228.000 unidades. EFECOM
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