Empresas y finanzas

La CAM pide ayuda estatal y se vuelve a hablar de fusiones

MADRID (Reuters) - La solicitud de ayuda estatal de la CAM para cumplir los nuevos mínimos de solvencia legales ha reabierto un nuevo escenario para eventuales fusiones en el sector financiero español que vuelve a estar en el punto de mira de los inversores internacionales ante el temor a que afloren más cajas con problemas.

Analistas y expertos señalaron, no obstante, que la petición de ayuda estatal de la CAM tenía sobre todo una lectura más negativa desde el punto de vista del mercado y no vieron tanto un problema sistémico para el sistema bancario español.

"Es difícil decir en qué medida esto afecta al conjunto del sector financiero y quizá el efecto sea más limitado, pero no hay ninguna duda de que es malo para el sentimiento de un mercado afectado por las recientes rebajas de calificación de Grecia y Portugal y muy pendiente de las pruebas de resistencia de Irlanda", dijo Javier Galán, gestor de fondos de Renta 4.

"Hay mucho nerviosismo por las pruebas de Irlanda que estamos a punto de conocer", añadió. Poco después, el Banco Central de Irlanda dijo que los cuatro bancos que quedan en su sistema financiero necesitan otros 24.000 millones de euros de capital adicional para resistir potenciales pérdidas si la situación económica empeora.

La petición de ayuda financiera de la CAM al FROB se produjo a última hora de la noche del miércoles después de que las asambleas de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria rechazaran la integración de sus activos en Banco Base, ya que la elevada necesidad de fondos públicos que suponía el proyecto con CAM habría forzado una nacionalización en un porcentaje tan elevado que hacía perder la capacidad de gestión y autonomía de las otras entidades integrantes del proyecto.

En el mercado, las cuotas participativas de la CAM caían un 4,12 por ciento en bolsa y el Ibex-35 cayó un 1,45 por ciento.

"La ruptura y solicitud de ayuda de la CAM lo que demuestra es que no se ha enterrado el problema del sector financiero y tras dos intervenciones en el pasado, caso de CCM y de Cajasur, lejos de acabarse esto reabre temores de que salgan más entidades con problemas", agregó Galán.

Antes de CAM ya habían solicitado la nacionalización parcial cuatro grupos de cajas de ahorros, que optaron por esta vía para completar de forma parcial o total las nuevas necesidades de capital impuestas por el Gobierno para despejar las dudas en los mercados sobre su sistema financiero.

En caso de optar por la recapitalización pública, las entidades tienen que aceptar la bancarización y la entrada en el accionariado del Estado a través del FROB, en un proceso de nacionalización parcial y temporal.

Tras conocerse la ruptura del acuerdo, el Banco de España (BdE) instó a las cuatro entidades que integraban Base a que presenten un nuevo proyecto. El plazo para tener aprobado su plan de recapitalización, con el visto bueno del Banco de España, acaba el 28 de abril.

En el mercado son latentes las preocupaciones, expresadas sobre todo desde las agencias de calificación y casas de análisis internacionales, de que las necesidades de capital del sector financiero español son mayores que los 15.000 millones de euros identificados por el Banco de España para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia.

En todo caso el real decreto sobre reforzamiento del sector financiero español faculta al Banco de España para requerir a una entidad individual un nivel superior de capital en función de las pruebas de resistencia en Europa y abre las puertas a mayores inyecciones de capital adicionales.

PANORAMA DE FUSIONES ABIERTO

En teoría la ruptura del acuerdo de Banco Base supone que cada entidad, al no formalizarse la fusión, queda por su lado y el plan de recapitalización lo deben presentar de forma individual Cajastur (unos 38.000 millones de euros en activos), Caja Cantabria (10.000 millones) y Caja Extremadura (7.000 millones).

"Cada una ha quedado por su lado y cada entidad tiene que presentar su documentación ahora de forma separada, otra cosa es que luego las otras cajas que rechazaron integrarse en Banco Base intenten reeditar el acuerdo entre ellas porque se conocen muy bien", dijo una fuente cercana a las negociaciones.

Otra fuente explicó, no obstante, que "las direcciones y posibilidades están completamente abiertas ahora, incluida la búsqueda de nuevos socios".

En el mercado se considera que un volumen de negocio de entre 55.000 y 60.000 millones de euros no es tamaño suficiente para competir de forma eficiente en los mercados de capitales.

"Tiene sentido que estas tres cajas continúen adelante e incluso que se abran a otras fusiones pero aquí el problema del riesgo sistémico está situado del lado de la CAM", explicó Juan Pablo López, analista de Espirito Santo.

"Ya no estamos hablando de una CajaSur o de una CCM, aunque de momento es limitado porque el peso de activos de la CAM sobre conjunto del sistema financiero es del entorno del 2,5 por ciento", agregó.

En este sentido, Renta 4 también identifica como más delicada la situación de la CAM, que solicitará ayuda al FROB por un importe que podría superar los 2.000 millones de euros.

Un portavoz de la CAM no quiso hablar del importe que podría pedir más allá de enfatizar que la prioridad de la entidad era buscar el refuerzo de los recursos propios de forma individual y sin necesidad de buscar una fusión.

Las otras tres cajas que integraban el proyecto Banco Base no quisieron comentar informaciones de prensa recogidas incluso por algunas casas de valores que apuntaban a que podrían pedir al FROB entre 300 y 400 millones de euros, señalando que no estaba decidido el futuro de la eventual nueva conformación del grupo.

"El abanico de posibilidades es muy amplio y hay entidades como Ibercaja que están solas y grupos como Unnim que también podrían estar interesadas en ganar tamaño", explicó otra fuente.

El consejo del Banco Base - que habría tenido unos activos de cerca de 130.000 millones - había pedido 2.784 millones de euros al FROB cuando el banco emisor había identificado necesidades de capital de 1.447 millones de euros para cumplir con un ratio de capital del 10 por ciento.

En el mercado se considera que la posible participación de un banco español interesado ahora en la CAM estaría muy condicionada a que la compra de activos estuviera respaldada por un esquema de protección de activos (EPA).

"No puedes comerte un entidad con una necesidad de capital tan fuerte como la CAM si no cuentas con un respaldo ante futuras pérdidas de sus activos inmobiliarios", manifestó una fuente de un banco español.

"Es un sapo demasiado grande de tragar. Y la EPA sólo se garantiza si hay una intervención y de momento no estamos en este escenario", agregó.

El único banco español que en el pasado ha dicho que estaría dispuesto a realizar compras de negocios de cajas sin contar con un respaldo frente a activos dañados es Santander.

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